Recientemente han surgido historias ejemplarizantes de niños –en este caso de niñas–que conmueven a todos. Una es la historia de Malala, esa muchacha pakistaní, bloguera de la BBC y defensora de los derechos de las niñas en su país, que fue tiroteada por unos talibanes. La otra, es la de Amanda Todd que, como las heroínas de siglos pasados, perdió la vida, pero tal vez su muerte sirva para evitar muchas otras. Hablo de esa adolescente canadiense que contó en internet su historia antes de suicidarse. El relato de cómo con doce años se convirtió en víctima de ciberbulling cuando alguien decidió colgar en internet fotos de ella desnuda. Si las historias de De Amicis hablaban de gestas patrióticas y de injusticias sociales, las del siglo XXI hablan de intransigencia religiosa y de acoso. Cada época tiene sus víctimas y también sus mártires y, cuando se trata de niños, los casos deberían al menos servir para lo que siempre han servido las historias heroicas. De ejemplo, de reflexión, de espejo.
Carmen Posadas Escritora Premio Nacional de Literatura. Premio Planeta, 1998 Su obra ha sido traducida a 23 idiomas Entrada de Carmen Posadas en "Curiosón invitado"
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