Una de las grandes aventuras que cualquiera puede vivir sin necesidad de moverse de casa es el descubrimiento de nuevas lecturas. Hay pocas sensaciones tan placenteras (alguna hay, pero no es este el lugar idóneo para comentarlo...) como descubrir un nuevo libro que nos gusta y que disfrutamos al leer cada página.
Esa sensación de aventura, de descubrimiento y de asomarnos a un mundo desconocido por el que podemos transitar con sólo leer, está sólo dado a las personas que aman leer con pasión. Lectores hay muchos, pero se necesita tener ese espíritu pionero de querer descubrir nuevos autores y nuevas novelas para sentir en toda su dimensión la aventura de leer. Cuando encuentras lectores que viven con intensidad las historias de un libro, es un regalo incuantificable. Estos lectores son tesoros, son aliados, son compañeros de vida.
Explorar el mercado en busca de nuevas e interesantes lecturas es una de las actividades más gratificantes (hay otra, pero no es cuestión de desviarnos del tema ahora mismo...), capaz de enriquecer la vida de ese lector aventurero y de su experiencia vital.
El entusiasmo por un nuevo libro que hemos hallado, nos han regalado, que ha llegado a nuestras vidas por sorpresa, que hemos buscado durante largo tiempo y por fin encontrado.... Esos descubrimientos que nos alegran y nos hacen reír, llorar, emocionarnos y conmovernos hasta los huesos, se lo debemos a ese milagro de la creación literaria que nos contagia felicidad a través de las palabras, que nos inunda de pasajes que leemos y devoramos con ojos ansiosos de encontrar esas frases que iluminan nuestra vida y nos acompañan siempre.
Nuevas lecturas y nuevos descubrimientos literarios. No hay muchas más sensaciones que la superen (sé en lo que están pensando, lectores aventureros...). Pero aquí sólo se habla de libros, autores y esos sueños que acariciamos y vivimos al leer. Los que hacen que amemos leer como si fuera la primera vez, llenos de entusiasmo por una aventura que está por empezar.