Incluso algunas larvas parecen haber completado ya su metamorfosis y son ya pequeñas ranitas, que abandonarán pronto la charca donde han crecido para continuar su crecimiento en una nueva etapa de su vida fuera del medio acuático.
Las larvas que realizan este proceso son las que viven en las charcas más limpias y con mayor disponibilidad de alimento, en las que la puesta tuvo lugar a finales de febrero o principios de marzo. Las charcas más sucias y menos oxigenadas siguen repletas de renacuajos que probablemente no llegaran a ser individuos adultos.