Hoy Espectadores empieza a inflar su 10º globo, que terminará de llenar el 3 de abril de 2016.
“Antes que cumplir x años, estás empezando a transitar tus x+1 años”, advierte una amiga de la infancia toda vez que celebra -o simula celebrar- el aniversario de algún natalicio. Un poco como las famosas provocaciones zodiacales de la Tana Ferro, la observación desencaja a más de un interlocutor. Incluso les agua la fiesta a los homenajeados sensibles al paso del tiempo y/o anclados en la ilusión de la eterna juventud.
A contramano de aquellos mortales, Espectadores reconoce este 3 de abril como la fecha de su noveno cumpleaños y como la jornada en que comienza a transitar su primera década de vida online. Si a cada edad nueva le corresponde un globo, entonces ya está en camino ése que falta en la imagen del costado. Es más, ya empezamos a inflarlo.
Según acordamos con algunos lectores un año atrás, en 2016 habrá festejo cara-a-cara. En principio, la reunión tendrá lugar el sábado 9 o el domingo 10 de abril (horario a confirmar) en alguna confitería cercana al cine Gaumont.
En 2015, en cambio, la celebración se circunscribe a este post y a la página casi homónima. Los “nueve años, nueve” invitan a rescatar aquel primer articulito que dio la señal de largada junto a tres páginas complementarias de la home: una breve presentación del blog (intacta desde entonces), los considerandos de una incipiente política editorial y las credenciales de la autora (que usó seudónimo entre ese 3 de abril de 2006 y algún día de noviembre de 2009).
Clic en la imagen para ver completo el primer post, con su diseño original.
Aunque heredó lectores de iniciativas anteriores (Celuloide y Cinestesia), Espectadores tardó en conseguir un elenco más o menos estable de seguidores. Mejor así pues, de lo contrario, habría asistido a la deserción inmediata de quienes hubieran identificado el inexcusable error ortográfico que se coló en el primer párrafo de aquella reseña inaugural.
A principios de 2008, quien suscribe publicó una fe de erratas con la intención de actualizarla de manera sistemática, es decir, a medida que detectara alguna nueva metida de pata. Aunque (o porque) quedó trunco, el proyecto sigue dando vueltas. Sin dudas, un registro de estas características constituye una práctica muy saludable: por un lado revela -o recuerda según el caso- que nadie es infalible; por otro lado subraya la importancia de la revisión.
Espectadores acumuló más traspiés que pegadas a lo largo de nueve años, pero nunca dejó de darle satisfacciones a su autora. Una de ellas tiene que ver con la conformación de una pequeña comunidad de lectores, cuyas intervenciones enriquecen posts y representan un estímulo para seguir escribiendo y pergeñando novedades de diagramación y diseño. De ahí la ocurrencia de organizar un celebración en el mundo real para el décimo aniversario.