Precisamente supuestos miembros de ese grupo criminal se atribuyeron en una gran manta los asesinatos de presuntos integrantes del Cártel del Golfo por "calentar la plaza" y atraer la atención de las fuerzas de seguridad con atentados. Según el mensaje de la manta, colocada al lado de los cuerpos, las víctimas eran supuestas responsables del ataque con explosivos contra la sede de la Policía municipal registrado el 24 de abril pasado. Los "zetas" amenazan con acabar a sus rivales del Golfo, que al parecer se aliaron con el cártel de Sinaloa para arrebatarles el control de la ciudad. Solo unas horas después del hallazgo de los nueve cadáveres, las autoridades encontraron los restos de 14 personas, sin cabeza, dentro de bolsas negras en el interior de una camioneta tipo Van estacionada frente a la sede de la Asociación de Agentes Aduanas de Nuevo Laredo. Además, 14 cabezas, que se presume corresponden a los cuerpos aparecidos en las bolsas, fueron encontradas en neveras abandonadas cerca de la presidencia municipal de la ciudad. Si bien los responsables de estos últimos crímenes no dejaron mensajes, los miembros del crimen organizado suelen actuar de esta manera para amedrentar a sus rivales. El 17 de abril también fueron hallados 14 cuerpos descuartizados en un vehículo estacionado a un costado de la Alcaldía con un mensaje presuntamente firmado por Joaquín "el Chapo" Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, que anunciaba su llegada a la ciudad para limpiarla de "zetas". El secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, pidió al gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el respaldo de las fuerzas federales "a contribuir en la seguridad en el estado", uno de los más golpeados por el crimen organizado. Ambos reiteraron su compromiso "para continuar combatiendo, en estrecha colaboración y coordinación, a los delincuentes responsables de la violencia que se ha suscitado en Nuevo Laredo", señaló un comunicado de la Secretaría de Gobernación. El Ejército mexicano asumió desde hace un año las labores de seguridad pública en la ciudad debido a la corrupción de las policías que actuaban en la zona. El recrudecimiento de la violencia en Nuevo Laredo está relacionado con una mayor presión de las autoridades contra líderes de Los Zetas, encabezado por Heriberto Lazcano, y los enfrentamientos entre los cárteles rivales. El Ejército ha golpeado con dureza en las últimas semanas a Los Zetas, y en uno de sus operativos murió Francisco Medina Mejía, alias "El Quemado", el 4 de abril. El 14 de marzo, los soldados capturaron a Carlos Martínez Escobedo, alias "El Fabiruchis", quien había asumido la dirección de Los Zetas en la zona después de que Gerardo Guerra Valdez, alias "El Guerra", muriera en un combate con personal militar a inicios del mes. Fuentes: Agencias.
Precisamente supuestos miembros de ese grupo criminal se atribuyeron en una gran manta los asesinatos de presuntos integrantes del Cártel del Golfo por "calentar la plaza" y atraer la atención de las fuerzas de seguridad con atentados. Según el mensaje de la manta, colocada al lado de los cuerpos, las víctimas eran supuestas responsables del ataque con explosivos contra la sede de la Policía municipal registrado el 24 de abril pasado. Los "zetas" amenazan con acabar a sus rivales del Golfo, que al parecer se aliaron con el cártel de Sinaloa para arrebatarles el control de la ciudad. Solo unas horas después del hallazgo de los nueve cadáveres, las autoridades encontraron los restos de 14 personas, sin cabeza, dentro de bolsas negras en el interior de una camioneta tipo Van estacionada frente a la sede de la Asociación de Agentes Aduanas de Nuevo Laredo. Además, 14 cabezas, que se presume corresponden a los cuerpos aparecidos en las bolsas, fueron encontradas en neveras abandonadas cerca de la presidencia municipal de la ciudad. Si bien los responsables de estos últimos crímenes no dejaron mensajes, los miembros del crimen organizado suelen actuar de esta manera para amedrentar a sus rivales. El 17 de abril también fueron hallados 14 cuerpos descuartizados en un vehículo estacionado a un costado de la Alcaldía con un mensaje presuntamente firmado por Joaquín "el Chapo" Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, que anunciaba su llegada a la ciudad para limpiarla de "zetas". El secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, pidió al gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el respaldo de las fuerzas federales "a contribuir en la seguridad en el estado", uno de los más golpeados por el crimen organizado. Ambos reiteraron su compromiso "para continuar combatiendo, en estrecha colaboración y coordinación, a los delincuentes responsables de la violencia que se ha suscitado en Nuevo Laredo", señaló un comunicado de la Secretaría de Gobernación. El Ejército mexicano asumió desde hace un año las labores de seguridad pública en la ciudad debido a la corrupción de las policías que actuaban en la zona. El recrudecimiento de la violencia en Nuevo Laredo está relacionado con una mayor presión de las autoridades contra líderes de Los Zetas, encabezado por Heriberto Lazcano, y los enfrentamientos entre los cárteles rivales. El Ejército ha golpeado con dureza en las últimas semanas a Los Zetas, y en uno de sus operativos murió Francisco Medina Mejía, alias "El Quemado", el 4 de abril. El 14 de marzo, los soldados capturaron a Carlos Martínez Escobedo, alias "El Fabiruchis", quien había asumido la dirección de Los Zetas en la zona después de que Gerardo Guerra Valdez, alias "El Guerra", muriera en un combate con personal militar a inicios del mes. Fuentes: Agencias.