Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja Sarah MacLeanAutoconclusivo | Versátil | 430 páginas
Cómpralo enAmazon, añádelo a Goodreads Una de las reglas sociales más conocidas dice que una joven de buena familia nunca debería acudir a casa de un marqués de mala reputación y pedirle un beso apasionado.Sin embargo, para conquistar a este granuja, lady Carpurnia Hartwell deberá romper todas las reglas…
NUEVE REGLAS QUE ROMPER PARA CONQUISTAR A UN GRANUJA:
1. Besar… apasionadamente.
2. Fumar puros y beber alcohol.
3. Montar a horcajadas.
4. Practicar esgrima.
5. Asistir a un duelo.
6. Disparar una pistola.
7. Jugar (en un club de caballeros).
8. Bailar todos los bailes en una fiesta.
9. Ser considerada hermosa. Una sola vez.
Con ese título tan asombrosamente largo, se presenta el primer libro que he leído de Sarah MacLean, una novela que he leído por las simples razones de que es una novela romántica histórica y me encanta ese tipo de ambientes así como las costumbres y todo lo que ella conlleva, y la sinopsis, que promete una gran dosis de risas. Pintaba ser un libro divertido y ligero, ¿es eso lo que me encontrado? Digamos que no. Me he encontrado muchísimo más de lo que esperaba.
Me meto de lleno en los personajes, unos personajes que absolutamente TODOS, me han encantado, no me los esperaba tan bien caracterizados, me esperaba unos personajes corrientes en la típica historia de chica romántica conoce al típico chico apuesto rodeado de escándalos y no puede dejar de pensar en él. Que en cierta manera es así, pero va mucho más allá.
Calpurnia, o Callie, es sin duda alguna la que más me ha sorprendido en esta novela. Presentándose como una chica florero, que nadie saca a bailar, que se encuentra en sus 28 años y tiene todas las papeletas de quedarse como la solterona de la familia, porque en la época en la que se encuentra, esas cosas son muy raras. Pues bien, primero de todo me encanta su físico. Sí, señores, como lo leéis, porque es una chica en la que nadie se fija en ella debido a que no es una belleza precisamente, y eso en un libro de romántica histórica no se encuentra, así que toma esa al tópico de la chica físicamente perfecta. Por otro lado, Callie es una chica inocente, una romántica empedernida y considerado por muchos como pasiva ya que nunca se hace destacar y es la dama perfecta. Y esta es otra cosa que me encanta de ella: sus agallas, porque demuestra que es no como la gente la describe, que se ha hartado de ser la dama perfecta y ha decidido que quiere hacer lo mismo que los hombres.
De esas agallas de la prota, señoras y señores, viene la lista, una lista de cosas que hará no importa lo que signifique para su reputación si la pillan, una lista que ninguna mujer de esa época se atrevería a llevar a caso, una lista con cosas como: hacer esgrima, jugar a las cartas, beber whisky, fumar, ver un duelo y... besar.
Aquí es donde entra nuestro Don Juan de esta historia: Gabriel Ralston, conocido y reconocido libertino y granuja, las historias que se cuentan de él son inimaginables y llevan a los mayores escándalos. Pero cuando Callie se presenta en su casa para cumplir lo primero de su lista: besar apasionadamente, a Ralston empieza a picarle la curiosidad de por qué una mujer que nunca había dado señales de vida, se ha plantado en su casa para pedirle algo semejante. Ralston es un personaje algo más tópico pero que aún así me ha sorprendido, es el típico granuja que, sin quererlo ni beberlo, se encuentra condenado a dejar de serlo, un personaje que acaba siendo de lo más encantador y del que nos reiremos a su costa por sus enfados.
Y no sólo están estos dos personajes que llevan el hilo del romance principal y que me han cautivado por completo, también hay otros muchos personajes que me han sacado una sonrisa y es que son prácticamente todos. La doncella de Callie me encanta, esa mujer es toda una atrevida que da cuerda a Callie con su lista. La hermana de Callie tampoco es que se quede atrás, una auténtica picaruela. Por otro lado está Juliana, hermana que de repente le sale a Gabriel Ralston y que éste convenció a Callie para que presentara en sociedad. Juliana es una chica italiana con carácter, sin duda alguna dará mucha guerra en su libro. Por último, Nick, el hermano gemelo de Gabriel, un chico de lo más encantador pero con cierto grado de picardía en él que lo hace un compañero de juegos perfecto.
Nueve reglas que romper para conquistar a un granuja me ha conquistado por sus personajes tan bien definidos, porque son divertidos y llevan a situaciones de lo más pintorescas. Pero sin duda remarco que la que más me ha encantado ha sido Callie por todo lo que significa, por ser la chica aventurera que se atreve a todo, porque desafía las normas que separan a hombres y mujeres y decide que una mujer tiene que tener libertad y puede hacer lo que quiera. Me encanta ese mensaje que se esconden entre las páginas, esa necesidad de Callie de poder ser como ella es. Eso es lo que más me ha sorprendido de la historia, siendo histórica, como ha aparecido un personaje que se pintaba tan inocente y es tan revolucionario. Durante gran parte del libro he aplaudido a Callie por ser como es, por romper las normas, por su osadía y valentía. ¡Bravo! Además no sólo del mensaje que da sobre la igualdad, sino también el de la belleza. A pesar de tener un personaje masculino atrapado en los tópicos de la belleza, esto no alcanza a nuestra protagonista, por lo que el libro lleva consigo la moraleja de que la belleza de la gente que te percibe está ligada con la interior.
Una historia ligera, divertida y con un mensaje que te hará sacudir la cabeza en asentimiento más de una vez. Unos personajes peculiares y distintivos, donde todos tienen su pedazito de importancia y unas enseñanzas dignas de admirar. Si no habéis probado a Sarah MacLean, no sé a que estáis esperando, no sabéis lo que os perdéis