Las deudas públicas y privadas están limitando los recursos disponibles para promover el desarrollo infantil y juvenil, y están comprometiendo el desarrollo de las futuras generaciones, que además tendrán que ser mucho más productivas para soportan el impacto de la jubilación de los baby boomers.
Sawhill, destaca que el nuevo contrato social deberá incluir los siguientes elementos:
* Invertir más recursos en los niños para que sean adultos más productivos, y que los actuales adultos ahorren más para poder abonar sus pensiones de jubilación.
* Mayor inversión en salud y en el fomento de estilos de vida saludables a temprana edad.
* Exigir mayor correspondencia fiscal para que los ciudadanos más adinerados financien los programas sociales, la asistencia y las pensiones de los ancianos más pobres, evitando la carga en las generaciones más jóvenes.