Os voy a confesar un secreto, soy un enamorado de la Ruta por los Pueblos Blancos de la Sierra de Cádiz y desde aquí, siempre animo a todos aquellos que aun no conocen estos bellos pueblos a que vengan a visitarlos, porque les aseguro que saldrán encantados con la experiencia y se quedarán con ganas de volver.
Alguno de estos pueblos que conforman la Ruta son de sobras conocidos, por ejemplo es probable que hayan visto en internet esta postal del pueblo que se asoma al acantilado.. Arcos de la Frontera...
O quizás les suene esta otra imagen de Zahara, un pueblo blanco resguardado al abrigo de la montaña entre el verde y el azul..
Y seguro que alguna vez han visto esta imagen Setenil de las Bodegas, el pueblo aplastado por las rocas..
Estos pueblos, junto con algún otro como Olvera o Ubrique gozan de una fama bien merecida entre los viajeros, pero la belleza de la Ruta de los Pueblos Blancos abarca también a otras muchas villas menos conocidas y que sin embargo no tienen nada que enviar a las mencionadas arriba.
Uno de estos pueblos "ocultos" o menos conocidos de la Ruta de los Pueblos Blanco es el protagonista de esta entrada, El Gastor. Situado en las faldas del Tajo Algarín en la Sierra de Cádiz este pueblo, al igual que Zahara, enamora ya desde la distancia...
...y es que no me negaran que El Gastor está situado en un entorno privilegiado. Quizás por esto, este lugar siempre ha atraído a los pueblos ya desde la Edad de Bronce como así atestigua el Dolmen del Charcón, también conocido como la Tumba del Gigante, que es el dolmen de mayor tamaño de la provincia.
Más tarde pasarían por aquí los griegos, los romanos, los visigodos andalusies y los árabes en los que me quiero detener un momento ya que fueron ellos quienes dotaron a este pueblo de su principal seña de identidad, la Gaita Gastoreña...
Este curioso instrumento actualmente sólo existe en El Gastor por lo que no me extraña que le hayan hecho un monumento situado en un lugar de honor en el pueblo, la plaza de la Constitución justo al lado del Ayuntamiento.
La Gaita Gastoreña es un instrumento musical de viento que consiste en un cuerno de vaca o de toro al que el artesano vacía con mucho cuidado, después de dejar en remojo el asta durante varios días.
En la punta del cuerno se coloca un trozo de madera, normalmente de adelfa, nogal o higuera, al que se le añade una pequeña y fina caña conocida como "pita" que es por donde se sopla para producir el singular sonido de la gaita.
Aunque fueron los musulmanes quienes dotaron a este instrumento de su forma actual, de hecho el trozo de madera de la Gaita Gastoreña suele estar adornado con figuras geométricas que recuerda al arte musulmán, se creé que antiguamente los cuernos eran usados por los pastores para comunicarse en la distancia...
Y yo que pensaba que los gaiteros sólo estaban en Galicia y Escocia y resulta que en Andalucía también tocan la gaita...desde luego siempre se descubren cosas nuevas viajando. Eso sí, una peculiaridad de la gaita gastoreña es que, a diferencia de las otras, aquí la composición musical dura lo que aguante el gaitero en un sólo soplo...así que ya saben, si beben no conduzcan y si fuman no toquen la gaita gastoreña.
Dentro de la artesanía gastoreña también debemos destacar la pleita, que es una especie de trenzado con hojas de palma o de esparto y con el que los artesanos pueden hacer desde alpargatas, moldes para el queso, forros de garrafas, objetos decorativos y un largo etcétera...
...quien sabe si estas sabias manos no están fabricando un sombrero igual que el que luce esta orgullosa gastoreña que viste el tradicional vestido de espigadora en plena plaza de Isidro el Pregonero...
...con su camisa blanca, su mandil y el pañuelo floreado ha pasado de ser un traje de faena a convertirse en el traje regional de las gastoreñas en los eventos culturales y festivos.
Por cierto, la plaza de Isidro el pregonero es, dicho sea de paso, uno de los rincones más agradables del pueblo donde podrán descubrir por qué El Gastor es conocido como "el balcón de los pueblos blancos"...
Además, en este rinconcito del municipio, situado en uno de los puntos mas alto del pueblo, podrán disfrutar no sólo de una bella panorámica, sino que desde aquí también podrán darse un agradable paseo por el bosque contiguo. Y es que El Gastor es punto de salida para algunas de las rutas de senderismo más populares de la provincia.
Pero volviendo a la plaza, un dato curioso de la misma es la estatua que la preside y que está dedicada al hombre que la pone el nombre, el señor Isidro, quien tiene en su mano, como no podría ser de otra forma, la típica gaita gastoreña.
Isidro fue un gastoreño que, sin saber leer ni escribir, se ganó el cariño de todos los vecinos gracias a su oficio de pregonero. El vivió en una cueva situada muy cerca de esta plaza, en la zona popularmente conocida como "el puentecito" y todos los días recorría largas distancias para transmitir los recados que le quisieran encargar, incluso se desplazaba a municipios alejados del pueblo para cumplir con su misión.
Con esta estatua el Ayuntamiento ha querido rendir un homenaje a este querido vecino y a ese peculiar oficio del pasado que fue el pregonero.
Mucho más famoso que nuestro amigo Isidro es el conocido bandolero Jose María "el tempranillo" quien tiene un Museo con su nombre en el pueblo.
En realidad "El tempranillo", apodado así por lo precoz que comenzaron sus andanzas como bandolero, no era gastoreño, pero sí que lo era una supuesta novia suya cuya casa es la que podemos visitar en la calle Alta, y en donde según la tradición el popular el bandolero se refugió en numerosas ocasiones huyendo de la justicia.
Hoy en día, esta casa es el Museo de los Usos y Costumbres del pueblo y en ella podemos contemplar multitud de herramientas y objetos tradicionales de otra época ni mucho menos tan lejana en el tiempo...como por ejemplo estas antiguas planchas de hierro....
...que no tienen nada que envidiar a un buen centro de planchado jeje. Como dato curioso os diré que en aquella época disponer de una de estas planchas de hierro estaba a alcance sólo de unos pocos, eran todo un lujo y signo de distinción social.
En el museo también podemos ver numeroso artículos hechos con la pleita, ya que como saben, en El Gastor siempre han contado con grandes artesanos del trenzado vegetal...
Y por supuesto, si algo no podía faltar en este museo es, como no podría ser de otra forma, su Gaita, que aquí podrán encontrarla de muchos tamaños y formas diferentes...
Pero además de por su contenido, es interesante la visita al museo porque, como les contaba antes, está situado en la calle Alta, que es una de las más bonitas del pueblo adornadas con numerosas macetas que la dotan de frescor y verdor...
Aunque para ver floreada, no sólo esta calle, sino todo el pueblo, lo mejor es visitar El Gastor durante la festividad del Corpus Chirstis, una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional y en donde toda la villa se engalana con flores y ramas de olivos, palma, eucaliptos, alfombras de juncias y macetas por todas parte que transforman por un día este pueblo blanco en uno de color verde.
Se trata de unos días muy especiales donde no sólo el pueblo luce sus mejores galas, también los gastoreños y gastoreñas salen a la calle con sus trajes de espigadores...incluido los más pequeños...
Al fin y al cabo se pasan todo un año pensando en cómo adornar sus casa y altares para este día...
...pero la realidad es que la visita a El Gastor merece la pena cualquier día del año, aunque sólo sea para disfrutar de su gastronomía tradicional basada en productos agrícolas y ganadero, como el popular "guisote", una migas de pan con espárragos trigueros y ajos que bien acompañado de un vino de la tierra es un plato para disfrutar.
Con la panza bien llena es hora de cerrar el post de hoy no sin antes agradecer de corazón a todos los vecinos del pueblo por la gran acogida que tuvieron con nosotros, engalanaron El Gastor con flores y palmeras, se vistieron con sus trajes tradicionales, nos agasajaron con sus platos típicos y nos hicieron sentir realmente a gusto entre ellos en todo momento. Nuestra visita al pueblo fue de la mano del programa Aunahorade, programa orientado al desarrollo turístico de los pueblos andaluces del que ya os he hablado bastante en otros post por lo que no voy a repetirme, pero sí quisiera agradecer a todos los organizadores del programa su contribución a este maravilloso proyecto.
Y dicho esto, como no podría se de otra forma voy a terminar la entrada con una curiosidad de El Gastor. Si se fijan en el escudo del pueblo hay algo que llama la atención...
...y es que podrán ver un roedor en la parte inferior del escudo. Este roedor es en realidad un castor y está en el escudo porque dicen las malas lenguas que antiguamente habría en esta zona una colonia de estos simpáticos roedores que acabarían cediendo su nombre al pueblo....Castor----Gastor.
Sin embargo, hablo de malas lenguas porque en realidad nunca ha existido castores en esta zona y la aparición de este roedor en el escudo es una invención de época franquista, De hecho en un futuro no muy lejano es posible que quiten al castor del escudo y pongan otro símbolo más acorde... ¿se les ocurre cuál puede ser un buen símbolo para el pueblo o les importa una Gaita?...
En fin, con esta tontería me despido hasta la próxima...