Mediante el uso de los instrumentos analíticos más avanzados actualmente disponibles, un equipo del Centro Espacial Johnson ha reexaminado el descubrimiento de 1996 que afirma que un meteorito marciano contiene fuertes evidencias de que la vida existió en el Marte primitivo.
Esta nueva investigación se centró en la investigación de propuestas alternativas para la creación de materiales que se cree son señales de vida antigua en el meteorito. El nuevo estudio sostiene que los organismos vivos primitivos son la explicación más factible para la presencia de los materiales y estructuras que se encuentran en el meteorito.
En 1996, un grupo de científicos liderados por David McKay, Gibson y Kathie Thomas Everett-Keprta del Centro Espacial Johnson de la NASA (JSC) en Houston, publicaron un artículo en la revista Science que anunciaba el descubrimiento de estructuras biógenicas en el meteorito ALH84001. Un reciente artículo revisa la hipótesis original con nuevos análisis. El documento, "El origen de los nanocristales de magnetita en el Meteorito Marciano ALH84001", de Thomas-Keprta y cuyos coautores son Simon Clemett, McKay, Gibson y Wentworth Susan, todos ellos científicos en la Investigación del Departamento de Investigación de Astromateriales en el JSC, aparece en la edición de noviembre de la publicación "Geochimica et Cosmochimica Acta Geoquímica" de la Sociedad Geoquímica y la Sociedad Meteorítica.
Los cristales de magnetita en ALH84001 han sido un foco de ardiente debate acerca de la presencia de vida en Marte. La magnetita es un mineral ferroso con propiedades magnéticas. En la Tierra, las bacterias del suelo en presencia de algo de agua, secretan este mineral en sus células. El estudio de 1996 sugirió que algunos cristales de magnetita asociados con glóbulos de carbonato en el meteorito ALH84001 son de origen biológico puesto que comparten muchas características con las de las bacterias en la Tierra. Otros científicos han argumentado que la magnetita presente en el ALH84001 fue probablemente formada por procesos inorgánicos, y que esos mismos procesos pueden ser recreados artificialmente en el laboratorio calentando carbonatos en un proceso conocido como descomposición térmica, formando magnetita idéntica a la hallada en el meteorito marciano.
En este nuevo estudio, el equipo de investigación del JSC ha reevaluado la principal hipótesis alternativa no biológica que afirma que la descomposición por calentamiento o mediante choque produjo los cristales de magnetita. Los autores sostienen que sus nuevos resultados no apoyan la hipótesis de calentamiento para la formación de estas estructuras. Los investigadores concluyen que la explicación biogénica es la hipótesis más viable para el origen de las estructuras de magnetita.
"En este estudio, interpretamos nuestros resultados para sugerir que las hipótesis inorgánicas in situ fuesen consistentes con los datos, y por lo tanto deducir así que la hipótesis biogénica es todavía una explicación viable", explicó el autor Thomas-Keprta, científico de Barrios Technology en el JSC.
"Creemos que la hipótesis biogénica es más ahora fuerte que cuando se propuso hace 13 años", añadió Gibson, científico de la NASA.
Además del nuevo artículo sobre el ALH84001, el equipo del JSC ha publicado un documento que identifica formas o morfologías en los meteoritos marcianos conocidos semejantes a las formas de microfósiles y formas microbiana en muestras de la Tierra. Estas nuevas formas, visto con un microscopio electrónico de barrido, se denominan "biomorfos" debido a su gran parecido con las formas con características de origen biológico conocidas en la Tierra. Los biomorfos observado en los meteoritos serán el tema central para estudios más detallados del equipo del JSC, como exámenes químicos y análisis isotópicos.
"La evidencia que apoya la posibilidad de vida pasada en Marte ha surgido poco a poco durante la última década", explicó McKay, jefe científico de la NASA para exploración y astrobiología del JSC. "Estas evidencias incluyen señales de aguas superficiales en el pasado, restos deríos, lagos y, posiblemente, océanos, señales de corrientes de agua cerca o en la superficie, depósitos derivados del agua en los minerales de arcilla y carbonatos en terrenos antiguos, además el reciente hallazgo de la liberación de metano en la atmósfera de Marte, un descubrimiento que puede tener varias explicaciones, que incluyen la existencia de vida microbiana, la principal fuente de metano en la Tierra."
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Publicado en Odisea cósmica¡Suscríbete Ya!