Hay cosas que nunca cambian. Las que son de verdad, en concreto, nunca cambian.
La literatura de David es de verdad; lo sabrán, si todavía no lo han leído, cuando sientan que sus palabras se están quedando con ustedes para siempre, lo confirmarán cuando salgan de sus libros convertidos en una persona nueva: una versión mejorada de ustedes mismos, concretamente.
Lo cierto es que para mí es un verdadero placer seguir leyendo sus libros (los nuevos, pero también revisando los más antiguos), y que me siga conmoviendo (pese al paso del tiempo, pese a todo, pese a todos). Para esta feria del libro en Madrid, uno de mis libros pendientes es, sin lugar a dudas, "Campanas de Etiopía", el último que editará con Origami, según explica él mismo en este post; un poemario que estoy deseando leer.