Nuevo orden mundial

Publicado el 29 septiembre 2013 por Santiago Tuñez

Por Geoff Israel Hernández / @GeoffHernandez

1- “En sus caras veo el temor”, rezaba ese viejo poema de Cerati. Del césped del Bernabéu brotaba un olor distinto. No común previo a un derby. Olía a cadenas oxidadas. A un imperio a punto de desmoronarse. Era el mismo hedor percibido por Napoleón y su ejército en 1815. El Madrid ya había perdido una batalla contra los militantes rojiblancos el 17 de mayo del 2013. De nuevo el adagio de la venganza tomaría la escena, pero para desgracia merengue, la fortaleza y el poder de la unión, la evolución del enemigo, y la sed de gloria fundamentada en un ideal, fueron mucho. Diría demasiado.

2- Diego Costa, ese personaje con rasgos mitológicos, que brotó de la misma raíz de Hércules y Cavani. Ese soldado de carácter indomable dentro de cualquier cancha del mundo, entendió e internalizó la vitalidad de su presencia en el esquema del Cholo. Fue un huracán en todos los conceptos existentes del fútbol. Se cenó al ajillo a Arbeloa y a Ramos. Sus galopadas y diagonales engañosas lo maltrataron a Pepe. Fue una pesadilla trajeada de transición. Era el punto de partida de la ofensiva colchonera. Está encendido y no hay defensa que lo apague. Definió a lo Ronaldo 2002, torsión de cuerpo y a guardar. Demasiado coraje adherido a un mismo cuerpo. Toda la gloria es tuya Cholo, supiste domar sus dragones internos y ahora, lógico, sonríes al ver lo ridículamente bueno que es. Salve Diego Costa!

3- Real Madrid es un cuerpo sin alma, un bohemio sin musa, una empresa con exceso de materia prima pero sin sistema de engranaje correcto. Illarramendi miraba a su alrededor y no podía creer lo torpe que se veía. Isco se hundía en el embudo de la presión rojiblanca. Di María de interior lo hizo todo mal. Un interior enlaza, no gambetea en zona uno. Su insensatez lo llevó a perder la pelota que le costará La Liga al Madrid. Benzema, abucheado, sin sentido de pertenencia, su indolencia estremeció los cimientos de Pepe, a quien le sobró coraje, pero le faltó cabeza, orden, lógica. Cristiano Ronaldo y Bale fueron el plato que mejor se degustó el huracán del Cholo. Lo erró Ancelotti al sacarlo a Isco y ponerlo a Morata.

4- Creer que más delanteros es mayor ataque, es igual a imaginar ir a un mundial por ganar los primeros dos partidos en Sudamérica. Modric, atosigado por el triunvirato Thiago-Gabi-Miranda, no recibió nunca una pelota libre y con espacio para correr, y fue Khedira quien tomó las riendas en zona de gestación. Ese fue el pecado del Madrid, pensar que Khedira sería Modric o Isco. Jamás dio un pase correcto, lo que empujó a Ronaldo y a Bale a entrar en el campo que mejor domina el Atlético, las coberturas por bandas. 3X1, ese fue el esquema, cuando Bale lograba gambetear a uno, ya al segundo tenía a dos leones, Filipe y Godín mordiéndoles los tobillos. Una sola vez falló en el 3×1 el Atlético contra Cristiano y casi se lo empate en un remate a distancia. Perfección en todos los sentidos. Diego López y su irrisorio amor con el arco del Bernabéu evitó la humillación.

Si el marcador final del derby madrileño hubiese teñido el 0-3, no pasaba absolutamente nada.

5- Juanfran y Filipe. Dos marcadores de puntas distintos. Que no se mueren por apoderarse de las tres zonas por los costados. Prudentes. Solidarios y eficientes, esas tres características bastan para ser otra columna de este nuevo orden mundial llamado Atlético de Madrid. Cerraron todo. Godín y Miranda revolearon seis mil doscientos centros sin despeinarse. Eran aves volando en el cielo casi invernal de Madrid.

6- Saber ajustarse a un esquema produce admiración. Villa es admirable. ¿Lo vieron de enganche? Mordiendo, cediéndole los focos de protagonismo a Costa. Atrapando en sus tenazas venenosas a Ramos y provocando a Arbeloa. Llegar es mejor que estar. Villa llegó y aprendió una nueva forma de jugar y ganar en el fútbol. Los goles vendrán, cuando el equipo y la atmósfera del partido los necesiten.

7- Las campanas del imperio merengue están sonando. Los millones si algo traen consigo, es presión, responsabilidad, obligación neta al triunfo. Ya son 100 días frente al Madrid, y el equipo desvaría en la cancha. Se siente inseguro. Ni el infranqueable Bernabéu de la Era Mourinho ahora es seguridad de triunfo. Las campanas suenan, y se aclaman los vientos recios de la justicia. Perder la liga en octubre, quién podría imaginarlo.

8- Siete de siete. Suena fácil en esta era donde el Barcelona y su vicio de romper records obliga a tener ciertas ilusiones ópticas. Pero no lo es. Ya el verbo conservador no cala en el Atleti. Tendrán que mantener el ritmo y la humildad porque la liga es joven, pero imposible no verlos como firmes candidatos a pelear el título. Lo más poderoso que existe en el universo es una idea. Ese es el legado del Cholo. Del césped del Bernabéu brotó un olor, el olor del Nuevo Orden Mundial. El olor a Atlético de Madrid.