Las importaciones de productos derivados del petróleo -gas licuado, gasolinas, querosenos, gasóleos...- también han aumentado, un 9,8%, hasta 10,3 millones de toneladas. La importación de petróleo va camino de un nuevo récord. En el primer semestre de 2017, las importaciones de petróleo han llegado a las 31,8 millones de toneladas.
España registra un aumento de la dependencia a los combustibles fósiles en las últimas décadas. Esto contradice la tendencia internacional, tal y como informa la Agencia Internacional de la Energía ( IEA) en el informe Mercado de Eficiencia Energética 2016. En dicho informe se explica que los gobiernos europeos están centrando sus esfuerzos en reducir las emisiones de carbono y en ahorrar energía.
No es lo que parece suceder en España. Los bajos precios del crudo y la sequía, la cual aumenta el empleo de combustibles fósiles, aumentan las importaciones superando los registros de 2015. Ese año se estableció un récord por el desplome de los precios y la fuerte subida de los márgenes del refinado.
Tras los récords de 2015, la situación se estabilizó al año siguiente. En 2016, las importaciones de petróleo disminuyeron un 0,7%. Este año, las importaciones apuntan a un nuevo récord. El déficit energético se ha incrementado en el 1er semestre de 2017 un 42,3%, hasta alcanzar los 11.351 millones de €.
El aumento en las importaciones y su dependencia revela que España no ha aprovechado la crisis para reducir su nivel de dependencia externa en materia de crudo.