Como ya sabéis durante el mes de agosto me tomé unas vacaciones blogueras y no escribí ni un solo post. Yo pensé que eso haría disminuir las visitas pero era necesario para mí. Con los tres peques en casa y papá de vacaciones era momento de aprovechar y disfrutar juntos todo lo posible. Lo que yo no sabía es que las visitas diarias no solo seguirían manteniéndose igual, sino que aumentarían. De echo el blog ha tenido más de 500 visitas cada día, que se dice pronto.
Esto significa dos cosas para mí: 1. Que los artículos que escribo tienen la suficiente calidad como para perdurar en el tiempo de forma que la gente pueda consultarlos en cualquier momento y la información siga siendo válida (aunque cambie el precio de un sitio de un año a otro). Vamos que Con los niños en la mochila no depende únicamente de lo que escribo cada semana sino que su historial es importante. Y por cierto esto era uno de los objetivos que tenía cuando empecé con el blog. Así que estoy doblemente contenta. :D
2. Que los seguidores de "Con los niños en la mochila" son fieles y vuelven. Esto es algo muuuuuuy importante para tod@s los que nos atrevemos a publicar. Saber que cada día hay más gente que lee lo que escribes y que te recomienda a otras personas es algo maravilloso. Sin vosotros, los que me leéis, esto no tendría sentido.
Este mes de agosto casi he rozado las 20.000 visitas en el blog. Ya sé que si comparamos con la inmensidad de la red solo es una minucia pero para mí cada una de vuestras visitas me alegra el día. Y pensar que mis post han podido ayudar a un montón de familias a descubrir algo nuevo juntos, a pasar un ratito agradable, me hace muy feliz y sobretodo me anima a seguir escribiendo.
¡¡¡Gracias, gracias y 19.935 gracias!!!