La menorragia es un desorden que consiste en la menstruación inusualmente abundante o prolongada.
"Los trastornos hemorrágicos sin diagnosticar, como la enfermedad de von Willebrand y los defectos plaquetarios, son comunes en mujeres con menorragia y afectan su calidad de vida a través de sangrados posparto y quirúrgicos, transfusiones y anemia por deficiencia crónica de hierro", afirma un estudio publicado en American Journal of Obstetrics and Gynecology.
El equipo de Claire Philipp, hematóloga de la Escuela de Medicina Robert Wood Johnson, en Nueva Jersey, explica que la mayoría de las mujeres con menorragia consultan al ginecólogo o al médico clínico. Y, a pesar de la alta prevalencia de alteraciones hemostáticas en esa población, casi no se las derivas a un hematólogo.
Algunos ginecólogos y médicos de atención primaria no pensarían en la menorragia como un síntoma de un trastorno hemorrágico. Tampoco existen análisis de laboratorio simples para detectar las alteraciones hemostáticas en esas mujeres.
El equipo desarrolló una herramienta simple y sencilla de aplicar para estratificar hemostáticamente a las mujeres con menorragia sin causa aparente.
El test cosiste en ocho preguntas divididas en cuatro categorías: (1) gravedad de la menorragia según la duración de menstruación (7 días o más) y el sangrado a través de un tampón o una toalla de protección femenina en dos horas o menos; (2) trastorno hemorrágico sin diagnosticar en la familia; (3) sangrados excesivos tras experiencias como partos, abortos, cirugías, extracción dental; y (4) tratamientos previos contra la anemia.
En una primera evaluación de 146 mujeres con menorragia sin causa, el cuestionario dio buen resultado. Con esto, el equipo realizó un estudio prospectivo en seis hospitales de Estados Unidos sobre 217 mujeres, de 18 a 50 años, incluidas 169 blancas y 35 afroamericanas.
Todas las participantes tenían menorragia según los resultados de 100 o más puntos en el gráfico de evaluación de la pérdida de sangre menstrual.
"Nunca se había demostrado la utilidad del nivel de ferritina en sangre junto con la herramienta de detección de las alteraciones hemostáticas y podrían ser un complemento efectivo, y clínicamente más viable, que el PBAC (gráfico pictórico de evaluación de la pérdida de sangre menstrual)", escribe el equipo.
La ferritina en sangre es menos costo-efectiva que el PBAC, pero acelera la toma de decisión de una derivación. El estudio, concluye en equipo, confirma la utilidad de esta herramienta de control preventivo para estratificar a las mujeres con menorragia sin causa que necesitan un control hemostático.
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