Nuevo vistazo a... 'Capitán América: El Soldado de Invierno', de Anthony y Joe Russo

Lo prometido es deuda: por fin toca actualizar mi opinión sobre una de las mejores películas de Marvel. Mirad, tanto 'Spider-Man 2' como tres de las entregas de X-Men (las dos primeras de Bryan Singer y la de Matthew Vaughn) son estupendas, y más artísticas, más "de autor", "más películas" que muchas de las producidas por la propia Marvel Studios, pero a la hora de la verdad las tres más redondas, las que más me llenan del cine Marvel en general, son 'Los Vengadores', 'Guardianes de la Galaxia' y la que nos ocupa. 'Capitán América: El Soldado de Invierno' es una secuela excepcional y un blockbuster que si bien no rompe los márgenes de este tipo de films (márgenes que a estas alturas no tienen porqué existir y que por otro lado no es obligatorio romper), se toma en serio a sí mismo sin caer nunca en la pretenciosidad. Sobriedad ante todo.
Me resulta fascinante que esta sea una de las películas más importantes del Universo Cinematográfico de Marvel de una forma tan fácil y honesta. No es importante porque pasen cosas gordas en el marco general (aunque pasen), ni tiene interés en ser un "hito" dentro del género. Es importante porque lo es para los personajes, especialmente para el protagonista. Estamos por tanto ante la peli más pendiente de su héroe titular, la que mejor lo trata, del UCM. Sí, 'Iron Man' plantea batalla en este sentido, pero creo que esta estudia al protagonista de forma más madura. O quizá sea simplemente que el Capi me gusta infinitamente más. Todos conocéis mi cariño y admiración hacia Steve, que a estas alturas es, seguramente, mi superhéroe favorito en lo que a versiones cinematográficas se refiere, por lo que un film que lo deja en un altar gana puntos conmigo. Todo surge en la misma concepción del certero guión de Christopher Markus y Stephen McFeely (los mismos de la primera, los que mejor conocen al personaje), que dan con la historia perfecta para el Capi, una que lo afecte y que a su vez sea vea afectada por él. Solo Steve podría haber protagonizado la película. Una relación héroe/aventura perfecta del todo.

Así, vemos a un Rogers queriendo ser y hacer lo mismo que en los 40, sin comprender, o sin querer aceptar, que el mundo, aparentemente, ha cambiado mucho, se ha vuelto mucho más ambiguo. Y ya no parece necesitarle. Un Rogers, también, muy solo y sin vida personal, pues todo lo que tenía más allá de la guerra está muerto o muriéndose (esa escena con Peggy...). Steve lleva una existencia profundamente triste, y el hecho de que sin embargo no sea, en absoluto, "un héroe depre" (ya sabéis) es digno de aplauso. El caso es que en el primer acto está bastante harto de querer servir, proteger y, en definitiva, hacer el bien, sin saber si esos conceptos son los mismos en esta época. Por eso, meterlo de lleno en una historia de espías en la que SHIELD no es lo que parece y persigue a nuestro héroe por la misteriosa muerte de Nick Furia es absolutamente brillante.
Aclaremos algo: no se puede decir que la trama de la peli sea muy original. Sin pensar demasiado es fácil ver aquí un rollito 'Misión Imposible' (la primera), pero es que en este caso el prota es el Capi, y eso lo cambia todo. Esto no es lo suyo, se le ve claramente incómodo con la situación. A él quitadle las intrigas y dadle nazis locos, aliens o robots malignos. Dadle villanos claros. Aun así, se mantiene firme en sus convicciones y está dispuesto a jugarse el tipo por Furia. Simplemente porque Furia confió en él para desenredar la situación antes de morir. Esto es un héroe fuerte y lo demás son tonterías.
Que la Viuda Negra lo acompañe en su aventura es otro puntazo. Ella sí sabe jugar a esto. Hay un momento magnífico en el que, perseguidos por el escuadrón STRIKE, Steve planea resolver la situación como un soldado. Sin embargo, es Natasha la que la resuelve al estilo espía. Todas las diferencias entre ambos resumidas en segundos. Sobra decir que forman un dúo de lo más entretenido, con mucha química y que dejan algún que otro diálogo estupendo. Su conversación en el coche me fascina, por ejemplo. Empieza siendo banal y divertida, cosa necesaria para humanizar a los personajes, y acaba siendo importante para comprender la psicología de ambos. Diálogos así, tan ricos como naturales, me hacen mucha falta en el género, y por ahora Marvel Studios lleva una delantera brutal en esto. Además, no entorpece el avance de la trama porque, al fin y al cabo, están yendo a su próximo destino. QUÉ BIEN TODO.
Una vez llegan allí, tiene lugar la escena clave del film, por varias razones. Para empezar, la aparición del difunto Zola a través de un ordenador DE LOS 70 que contiene su mente, a lo Jor-El, es genial. Nos recuerda que esto sigue siendo un tebeo. Que a pesar de un tono más serio y realista de lo habitual esto es una peli Marvel y no pretende ser nada más. No hace falta.
El caso es que Zola revela EL GIRO: que HYDRA lleva décadas creciendo dentro de SHIELD, hasta el punto de haberla absorbido casi por completo. Y ahí está el propósito de la cinta, su función en el desarrollo del protagonista. El Capitán América se está enfrentando a sus enemigos clásicos, los de hace más de 70 años. Antes lanzaban super bombas para dominar a la gente, ahora la convencen de que hay que matar a unos terroristas que aún no lo son "por el bien de la nación", cambiando libertad por seguridad. Antes los representaba un nazi loco desfigurado y ahora el puto Robert Redford. Más claro, agua: el mundo no ha cambiado ni pizca, en realidad. Solo se ha disfrazado. Me parece brillante, y además da una cohesión brutal a las cintas del Capi. Pero lo mejor, lo importante, es la reacción de este: tranquilidad. Ya tiene a los malos claros que buscaba. Ahora sabe exactamente qué hacer, está listo para tomar decisiones, dar discursos épicos y, sencillamente, PETARLO. Maravilloso. Así, niños, es como se hace que el Capitán América, en 2014, sea relevante dentro de la ficción y popular en el mundo real.
Ahora la desorientada es Natasha, por cierto, que descubre que el mundo no es tan gris como pensaba, sigue habiendo blanco y negro. Y para su sorpresa, ella no está en el lado oscuro. La sincera confianza que Steve deposita en ella es clave, por supuesto.
Es buen momento para comentar el papel del Soldado de Invierno. Es cierto que no es el núcleo de la peli, pero sí es lo que mejor la representa. Algo en lo que el Capi confiaba, algo puro, lleva años ocultando algo muy jodido y doloroso, y nadie lo sabía. Funciona así como personificación de la trama, es un antagonista físico formidable, y por supuesto, hace que la batalla final sea algo personal para Steve.

¿Lo mejor del clímax? Ese cambio de traje tan simbólico. Por lo demás, confieso que la recta final
del film es la que menos me llena. A ver, está bien, me molan los paralelismos con el enfrentamiento final de la primera peli y lo de "no voy a pelear contigo" engrandece más si cabe a nuestro héroe, pero quizá hubiese preferido algo más breve, seco, directo, físico y simple en lugar de las clásicas explosiones palomiteras. Ya que estamos, tampoco me gusta la reaparición de Nick. Su verdadero propósito en la peli es morir, leñe. Vuelve para hacer de deus ex machina (por mucho sentido que tenga siendo él como es) y porque en Marvel, al parecer, no puede morir nadie. Mirad, entiendo que es un gancho comiquero que los héroes mueran y resuciten, ¿pero los secundarios? Vamos, hombre. Furia, por mucho que aquí esté mejor que nunca, ya no hace falta, como demuestra su intervención en 'La Era de Ultrón'. Siguiendo con las quejas, confieso que el personaje de Redford me da bastante igual. Me encanta lo que representa, pero está escrito de forma genérica.
Hasta ahí lo negativo, que no chafa la sensación de haber visto una peli considerablemente redonda. Porque hay más virtudes que las ya señaladas. No puedo olvidarme de Falcon, un personaje que en dos escenas nos convence de que es el colega ideal del Capi. Muy fan. Y con Rumlow pasa algo similar en el terreno de los malosos. Estoy deseando verlo ya como Calavera en 'Civil War'. Incluso la Agente 13 convence en un papel simplemente introductorio. Si a esto sumamos el excelente trabajo hecho con Steve, Natasha y Nick, queda un tratamiento de personajes ejemplar. Confianza total en estos guionistas para soportar el peso del futuro de Marvel.

Y lo mismo digo de los hermanos Russo, por supuesto. Su dirección es, como apuntaba al principio, sobria, transmitiendo en todo momento una confianza total en el relato. Manejan bien la tensión, el ritmo es absolutamente perfecto, y cada escena resulta importante, no hay relleno, todo fluye que da gusto. Y en la acción, sin ser unos George Miller, hay nivel. Está al borde de ser tan rápida que marea en cuanto a planos y movimientos de cámara, pero los Russo se las apañan para que se quede en el punto justo, haciéndola ágil y violenta (en eso la mezcla de sonido hace maravillas). Y convierten al Capitán América, por cierto, en el mejor luchador del género. Una gozada. La escena del ascensor y su enfrentamiento con el Soldado de Invierno en plena calle son ya momentos clave en la acción del cine de superhéroes.
Y creo que eso es todo. Lo dicho, sin ser perfecta, es uno de los mejores productos de Marvel. Cada vez me gusta más. Viva el Capitán América.