La inclusión de una actividad de adiestramiento y cuidado de perros puede ser muy útil en este sentido. Ya sólo con la empatía y motivación que generan los perros se daría un gran paso a favor de esas personas. Pero además se generan hábitos muy saludables en los reclusos: se responsabilizan de un perro al que cuidan, pasean, peinan, dan de comer, enseñan; aumenta su autoestima; adquieren constancia, paciencia; aprenden a tener en cuenta a un tercero (en este caso el perro); adquieren capacidad de concentración y de trabajo; aprenden a controlar impulsos de violencia y a gestionar de forma positiva los problemas…
La inclusión de una actividad de adiestramiento y cuidado de perros puede ser muy útil en este sentido. Ya sólo con la empatía y motivación que generan los perros se daría un gran paso a favor de esas personas. Pero además se generan hábitos muy saludables en los reclusos: se responsabilizan de un perro al que cuidan, pasean, peinan, dan de comer, enseñan; aumenta su autoestima; adquieren constancia, paciencia; aprenden a tener en cuenta a un tercero (en este caso el perro); adquieren capacidad de concentración y de trabajo; aprenden a controlar impulsos de violencia y a gestionar de forma positiva los problemas…