Nuevos métodos estéticos… ¡mejores soluciones!

Por Epascual

Muchas conocemos ya lo que es la cavitación, la presoterapia… pero esta vez vamos a conocer dos nuevos métodos con los que podemos combatir la celulitis si queremos lucir un cuerpo de escándalo este verano.

Opencel, tras veinte años de experiencia en el sector de la estética, pone a disposición de todas nosotras la terapia vibracional manual, un sistema complementario a nuestros tratamientos anticelulíticos habituales y con el que se conseguiremos eliminar esa grasa localizada que tanto nos incomoda, con la consiguiente pérdida de volumen.

En una sesión de tan sólo 10 minutos podremos comprobar los primeros resultados. La terapia vibracional actúa en la zona afectada disolviendo los nódulos de grasa, tonificando los músculos y disminuyendo la celulitis. Y es que por mucho que tratemos de cuidarnos haciendo ejercicio o comiendo sano, no conseguiremos eliminar la grasa localizada. Su eliminación sólo es posible con este tipo de tratamientos.

Si hablamos de una celulitis mucho más compacta y dura, tenemos a nuestra disposición la Terapia subdérmica no invasiva. Se trata de una técnica que actúa por succión a nivel hipodérmico. Es como si nos sometiéramos a una especie de masaje que facilita el drenaje del líquido retenido en las células.

Se aplica en piernas, caderas y abdomen y con 12 o 15 sesiones tendremos más que suficiente. Pero, a diferencia del tratamiento anterior, los efectos  de la terapia subdérmica no invasiva aparecen en la sexta o séptima sesión. Es entonces cuando empezaremos a notar una mejora de la circulación (ya que se eliminan los excesos de grasa) y  notaremos que nuestra piel tiene más elasticidad, luminosidad y suavidad.

Este método también favorece la circulación sanguínea, aumenta la producción de colágeno y elastina, se eliminan los desechos orgánicos, exfolia la epidermis, favorece la oxigenación del metabolismo celular, disminuye la tensión muscular, lo cual produce un efecto de relajación, y estimula la curación de heridas y su correcta cicatrización.

Eso sí, tras terminar el tratamiento, lo mejor es que no lo aparquemos para siempre de nuestras vidas y acudir a un centro Opencel una vez al mes para recibir una nueva sesión de mantenimiento.