Las tecnologías solares están en constante evolución en su búsqueda de una mayor eficiencia.
Un nuevo proyecto financiado por DARPA explora materiales nanoestructurados que descomponen la luz del sol en sus componentes, lo que permite que las células solares absorban colores específicos del espectro. De acuerdo con los investigadores, este enfoque podría mejorar la eficiencia de los paneles solares en más del 50%.
La luz del sol se descompone en pequeñas longitudes de onda cuyas distancias corresponde a diferentes colores. Cada uno de estos está destinado a sintonizar con precisión las celdas solares que son más eficientes con su absorción, lo que permite mayores niveles de eficiencia en la conversión de la energía solar a electricidad.
El único inconveniente con este tipo de tecnología parece ser la escala y su financiamiento, lo que podría retrasar en años su salida al mercado.