Los nuggets son muy fáciles de elaborar, sin embargo algunas veces quedan secos. Por esa razón la receta de hoy es mi preferida. Estos son sabrosos, tiernos, jugosos y su tamaño es perfecto. Se comen en dos bocaditos casi sin darte cuenta y luego te entran ganas de repetir. Siempre se hace corto.
No sabía que forma darles, al final me he inclinado por hacer una bola redonda con el centro aplastado. La cuestión es que se cocinen por dentro sin que se quemen por fuera. Si tenéis niños en casa les podéis dar forma de animales u otras figuras que les resulten divertidas o interesantes. Para ello nada mejor que los moldes corta masas para galletas o similares.
Ingredientes para 15/18 nuggets tamaño albóndiga
500 g de carne picada de pollo200 g de queso crema 150 miga de pan1 diente de ajo u orégano (opcional)Pimienta negra (opcional)Un chorrito de leche (opcional)Leche para remojar la miga de panPan rallado2 buevos pequeñosSalAceite de oliva
Las especias y el ajo puede que no gusten a los niños, por lo tanto si lo creéis conveniente prescindir de ello.
Pedir en la pollería que os piquen el pollo libre de grasas, pieles y cualquier cosa que pudiera afear la presentación. Yo la he picado en casa con un robot de cocina. Antes es conveniente cortarla a trozos pequeños.
Añadir a la carne el queso crema, la miga de pan remojada en leche bien escurrido y desmigado. Sazonar con sal y las especias que más os gusten. O solo con sal si es para niños. Hay que tener en cuenta que el queso ya lleva.
Mezclar con un tenedor para integrar todo. Para que la mezcla quede más jugosa podéis añadir tres o cuatro cucharadas de leche. Dejar reposar la masa en la nevera unos 30 minutos.
Si no añadís leche se pueden empezar a formar los nuggets al momento.
Batir el huevo con un poco de sal. Aquí también tengo que recordar que hay que añadir muy poca sal porque la mezcla anterior también contiene y al final nos pueden quedar los nuggets algo fuertes. Además tenemos las salsas para acompañarlos que ya son un plus más de sabor.
Hacer las bolitas con las manos. Dar a la masa la forma que más os guste. Pasar por huevo batido y a continuación por pan rallado de la textura que más os guste.
Hay muchas variedades de pan rallado en el mercado, pero para nuggets yo prefiero el de textura casera. Es decir, ni demasiado fino ni demasiado grueso.
Freir en una sartén con aceite caliente a fuego medio. Escurrir sobre papel de cocina y servir con una salsa barbacoa, de tomate, mayonesa con aguacate o la que más os guste.
Es mucho mejor dar la forma definitiva a los nuggets antes de pasar por huevo y pan rallado. Yo los he aplastado un poco más después de rebozar y por esa razón se han abierto un poco. Esta circunstancia no cambia el sabor pero si la presentación, así que mejor decidir antes la forma y el grosor.
El interior del nugget puede ser aromatizado con cebolla, perejil picado o tomate seco. Existe queso crema aromatizado con ajo o algunas hierbas aromáticas que también le puede quedar bien al nugget.
Al pan rallado se le puede añadir avellanas trituradas. Jugar con la imaginación personaliza nuestros platos.
¡Qué aproveche!