He vuelto. Han sido tres. Sí, tres meses de silencio, trasiego de ideas, proyectos, construcción y deconstrucción (de mi propia casa), ganas y nostalgia (a partes iguales) de la felicidad gratuita del teclear en este blog.
Me he llegado a plantear en este tiempo ser más de los que apuestan por el slow blogging/slow journalism (otra perspectiva, no menos razonable sobre cómo afrontar la creación de contenidos. ¿No nos hemos preguntado nunca si es más importante ser el primero o bien ofrecer calidad y relevancia?). Aquí podéis saborear un poco de esa gratificación de la lentitud, que en ocasiones es más que recomendable.
Por aquello de hacer balance (folclórico y colorista), dejo constancia de mi numerología particular de silencio bloggero. ¿Qué he hecho en estos tres meses? Aunque el tango decía que veinte años no eran nada, tres meses sí que pueden serlo en materia de inspiración y observación. Allá va mi quiniela, mi smorfia napolitana, mi numerología de ausencia:
- 1 TEDxMadrid: uno de los foros más recomendables para quienes os debéis a vuestra curiosidad y debéis alimentarla. Diferentes
perspectivas sobre temas de actualidad, tecnología, diseño, comunicación, ciencia o entretenimiento. - 3 obras de teatro: Viva los Teatros del Canal y su programación en este último mes :) Mención aparte merece la interpretación de Coriolano de Shakespeare en el Festival de Teatro de Mérida.
- 2 semanas a orillas del Atlántico en tierras onubenses.
- 1 contribución a Wikipedia: me hace sentir generosa y con ganas de seguir participando.
- Alguna que otra reflexión profesional sobre el big data y las redes sociales que se aferran a nuestras vidas sin querer soltarnos (sobre esto profundizaré en post sucesivos).
- Last but not least, 1 obra completa para transformar una casa en hogar: he comprendido mejor que nunca las palabras En (De)Construcción.
Tres, tres meses. Este número se merece una mención especial en este post, que abre una nueva etapa. Por eso he traducido ese tres a imágenes y os dejo una bonita foto de una gata. Con una gatita, la smorfia napolitana -traducción de los sueños en números que después atraen la fortuna en el juego- representa el número tres.
Es probable que me dé suerte en el juego o lotería, si no fuera así habré aprendido una mejor forma de dar color y sentido a los sueños. Buena semana y nos vemos en estos posts.
Fotografía de decor8blog