Queda aún mucha Liga. En concreto, tres cuartas partes del calendario, pero el Málaga ya está en puestos de descenso. Mucho se había hablado de las expectativas del equipo. Que si Europa League, que la Champions se vislumbra en el futuro… Pero lo cierto es que el equipo no termina de funcionar, el proyecto ideado a largo plazo desprendía buenas sensaciones, pero a corto plazo se sufre.
Con 7 puntos en 9 partidos, el promedio es claramente de Segunda. Apunta a 28 puntos. Sin embargo, se espera una reacción del equipo que cambie esta tendencia tan pobre. El equipo solo ha ganado a domicilio, en las dos primeras salidas, ante el Zaragoza y el Getafe. Después, un empate en Almería es lo único positivo que puede contar el Málaga. Ningún punto conseguido en La Rosaleda.
La afición comienza a impacientarse. Después de desembolsar el Jeque 17 millones, el equipo juega peor que el año pasado, cuando se salvó en la última jornada. Parece que al equipo le está costando adaptarse al 4-3-3 impuesto por Ferreira. En el mercado invernal se esperan varios refuerzos, incluso alguna salida. Sin embargo, los puntos tienen que llegar antes de que eso suceda. De lo contrario, los refuerzos serán inútiles.