Han pasado ya unos días, y no terminamos de hacernos a la idea de lo que ha pasado, parece que es una pesadilla de la que en algún momento despertaremos.
El grupo de pateo del que formamos parte durante bastantes años, se ha quedado huerfano de uno de sus pilares fundamentales.
Para nosotros Marcos siempre fue alguien especial, como para casi todos con los que compartió camino.
Nos viste pasar de ser dos personas que compartíamos nuestra afición por la naturaleza, a convertirnos en pareja, y más adelante a formar una familia . De la que siempre estuviste pendiente , aunque por las cosas de la vida no pudieramos seguir saliendo los sábados a caminar.
Jamás olvidaremos que compartiste con nosotros el momento de nuestra boda, algo que sabemos que no era una de tus aficiones favoritas, y que para nosotros fue muy especial.
Nosotros disfrutabamos como enános con los lugares que nos fuiste descubriendo, de tus historias, bromas, y de cientos de experiencias vividas por los senderos, y no senderos que pateamos juntos.
Tú disfrutaste con todos y cada uno de los dulces que Elena te llevaba a cada caminata, y que siempre se esforzaba por buscar para el siguiente pateo uno nuevo con el que sorprenderte, que te hacían tan feliz.
Me está costando bastante escribir este post, pero no quiero terminarlo sin agradecer a tu familia (Margarita, Octavio, Tiziri y Tanausú), que te compartiesen con nosotros todos esos sábados en los que por unas horas saliamos de nuestra rutinas, y formabamos esa pequeña familia de enganchados a los pateos a los que tanto nos diste.
Tengo la extraña sensación de que voy a descolgar el teléfono, y que vas a estar al otro lado y vamos a quedar otro sábado más para salir de pateo. No consigo hacerme a la idea.
Me quedó con todos los momentos que compartimos todos juntos, las miles de fotos, y de ese palo para patear que me regalaste, del que no me separaré mientras pueda seguir saliendo a caminar.
Muchas gracias por todo Marcos. No te haces uan idea de lo que nos está costando asimilar que ya no estás.
Un fuerte abrazo de Elena y Juan.