La editorial Menoscuarto ha puesto en marcha una idea muy tentadora para los amantes de la novela negra: una serie protagonizada por una joven y sensual detective, Sonia Ruiz, cuyas peripecias sean narradas, en volúmenes sucesivos, por escritores diferentes. La han bautizado con el nombre de SeisDoble (ficha de dominó que, como sabemos, inaugura las partidas) y fue iniciada por Lorenzo Silva (Nada sucio), continuada por Andreu Martín (El lado oscuro), consolidada por Esteban Navarro (El club de la élite) y, ahora, alcanza su cuarto episodio de la mano del autor yeclano Claudio Cerdán, quien elabora una propuesta muy interesante.El punto de partida lo tenemos en un contenedor de basura (imagen que Miguel Navia utiliza de forma impactante para la cubierta del libro), donde yace el cuerpo desmayado de una mujer, que ha bebido mucho y que se encuentra sin ropa interior. Se trata de nuestra protagonista, Sonia Ruiz, quien no logra recordar cómo demonios ha terminado en ese nauseabundo emplazamiento, qué hace vestida de un modo tan provocativo y, sobre todo, dónde ha podido perder o dejar sus bragas. Por suerte, una mujer llamada Mila, que se presenta como una antigua compañera del instituto, consigue sacarla de allí antes de que pase el camión de recogida; y le propone un caso para que lo resuelva: la desaparición de su marido, un forofo del Real Madrid que no ha tenido mejor idea que abandonarla de la noche a la mañana, dejándole tan sólo las deudas derivadas de la hipoteca.A partir de ese instante nos encontramos con todos los ingredientes de una ágil novela negra: un miembro del CNI que ayuda a la protagonista, unos mafiosos rusos que le siguen los pasos muy de cerca, ambientes poco recomendables para acudir a tomarse una copa, una grabación subida de tono, un incendio en el que muere un hombre después de haber sido brutalmente torturado, un policía con un comportamiento sexual y moral menos respetable de lo que supondríamos o quisiéramos en un agente del orden… Y todo servido con una prosa eficaz, con un ritmo adecuadamente rápido y con la solidez que los lectores de Claudio Cerdán ya estamos acostumbrados a detectar en sus libros.No me cabe la menor duda de que la cuarta entrega de SeisDoble será un éxito.
La editorial Menoscuarto ha puesto en marcha una idea muy tentadora para los amantes de la novela negra: una serie protagonizada por una joven y sensual detective, Sonia Ruiz, cuyas peripecias sean narradas, en volúmenes sucesivos, por escritores diferentes. La han bautizado con el nombre de SeisDoble (ficha de dominó que, como sabemos, inaugura las partidas) y fue iniciada por Lorenzo Silva (Nada sucio), continuada por Andreu Martín (El lado oscuro), consolidada por Esteban Navarro (El club de la élite) y, ahora, alcanza su cuarto episodio de la mano del autor yeclano Claudio Cerdán, quien elabora una propuesta muy interesante.El punto de partida lo tenemos en un contenedor de basura (imagen que Miguel Navia utiliza de forma impactante para la cubierta del libro), donde yace el cuerpo desmayado de una mujer, que ha bebido mucho y que se encuentra sin ropa interior. Se trata de nuestra protagonista, Sonia Ruiz, quien no logra recordar cómo demonios ha terminado en ese nauseabundo emplazamiento, qué hace vestida de un modo tan provocativo y, sobre todo, dónde ha podido perder o dejar sus bragas. Por suerte, una mujer llamada Mila, que se presenta como una antigua compañera del instituto, consigue sacarla de allí antes de que pase el camión de recogida; y le propone un caso para que lo resuelva: la desaparición de su marido, un forofo del Real Madrid que no ha tenido mejor idea que abandonarla de la noche a la mañana, dejándole tan sólo las deudas derivadas de la hipoteca.A partir de ese instante nos encontramos con todos los ingredientes de una ágil novela negra: un miembro del CNI que ayuda a la protagonista, unos mafiosos rusos que le siguen los pasos muy de cerca, ambientes poco recomendables para acudir a tomarse una copa, una grabación subida de tono, un incendio en el que muere un hombre después de haber sido brutalmente torturado, un policía con un comportamiento sexual y moral menos respetable de lo que supondríamos o quisiéramos en un agente del orden… Y todo servido con una prosa eficaz, con un ritmo adecuadamente rápido y con la solidez que los lectores de Claudio Cerdán ya estamos acostumbrados a detectar en sus libros.No me cabe la menor duda de que la cuarta entrega de SeisDoble será un éxito.