Raro es el día del calendario que no esté dedicado a algún colectivo. Hoy, 20 de noviembre, los protagonistas son los niños. Tal día como hoy, en 1989, se firmaba la Convención de Derechos del Niño y, desde entonces, UNICEF –organismo dependiente de la ONU– ha venido celebrando el Día Internacional de la Infancia. Esta convención tiene el privilegio de ser el tratado internacional que más países de la ONU han ratificado, un total de 192. Otro 20 de noviembre, este de 1959, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de Derechos del Niño.
Tras esta breve introducción, asaltamos ya la parte musical. Hoy voy a dedicar la entrada a un guitarrista y compositor australiano de canciones infantiles, Donald Richard Spencer, conocido como Don Spencer, que ha consagrado su vida –ahora tiene 76 años– a los más pequeños, con más de 500 canciones en su haber.
A los 20 años, Spencer hizo un viaje por Kenya, donde nació su interés por la fauna salvaje, que inspira buena parte de sus temas. Escuchemos algunos de ellos, correspondientes a tres de sus discos, dos de 1988 y otro de 1989, todos bajo el sello ABC Music.
En primer lugar, la canción que da título a la entrada de hoy, Don’t Ever Step on a Snake, que apareció en Feathers Fur or Fins (1988). Os dejo con este sabio consejo: no pisar a una serpiente para evitar males mayores.
Please Don’t Call Me a Koala Bear pertenece al mismo disco. Aquí un koala se muestra molesto porque le llamen oso koala cuando en realidad no es un oso: “Es como si tu nombre fuera Tom y todo el mundo te llamara Dick”.
El disco al que pertenecen ambos temas lleva por título Feathers Fur or Fins y, en la pista homónima, Spencer inculca a los niños el amor por todos los animales, ya tengan “plumas, pelaje o aletas”.
El emú es un ave de gran tamaño no voladora cuyo hábitat natural se encuentra en Oceanía. El último extracto de Feathers Fur or Fins es Emu, en la que Spencer describe esta especie.
La siguiente canción está dedicada al llamado “pingüino hada”, la especie de pingüino más pequeño que existe, y a su particular “pavoneo”, como indica el título. Fairy Penguin Strut está incluida en Australian Animal Songs (1988).
En 1989 aparecía Australia for Kids, en el que se escuchaba Bob the Kelpie. La canción está dedicada a un perro pastor llamado Bob que se encarga de mostrarle a las ovejas “quién es el jefe”.
Por último, os dejo con Rain, de ese mismo trabajo. La letra expone los efectos beneficiosos de la lluvia para que la naturaleza siga su curso.