Nunca volveremos a ser las mismas, de Brenda H. Lewis

Publicado el 26 septiembre 2012 por Goizeder Lamariano Martín

Título: Nunca volveremos a ser las mismas Autora: Brenda H. Lewis Editorial: Espasa Año de publicación: 2012 Páginas: 289 ISBN: 9788467007039 Después de leer Dime quién soy, de Julia Navarro, necesitaba una lectura fresca, amena y divertida. Vamos, algo ligerito para las calurosas tardes de agosto. Y mi amiga María, del blog De todo un poco, me recomendó y me prestó Nunca volveremos a ser las mismas, de Brenda H. Lewis. Una lectura que me ha durado un par de tardes. Una lectura que me ha gustado, me ha divertido, me ha hecho reír muchísimo pero que, sin embargo, no me ha dejado un gran poso. Una lectura ligera, superficial, que no engaña a nadie, pone todas las cartas sobre la mesa, es lo que es y cumple su cometido, pasar un buen rato, entretener y divertir, a las mil maravillas. La protagonista de esta historia es Maica, una mujer que está a punto de cumplir los 50. Divorciada de Mario, alias Súper Mario, un piloto que la dejó por Anette, una azafata holandesa jovencísima, dedica todo su tiempo a su trabajo como abogada y a su hija, Chin-Zsé, una adolescente china de 16 años que ella y Mario adoptaron cuando era solo una niña. Para superar la crisis de los 50, Maica, siguiendo los consejos de su amiga Rossi, una escritora y famosa presentadora de radio y de televisión, comienza a escribir un diario. Y así, entre entrada y entrada del diario y gracias a sus chicas, Maica se dará cuenta de que el paso del tiempo tiene sus cosas malas, pero también su parte buena. De eso se encargan su madre, que desde que se separó dedica su vida al piragüismo y a apuntarse a todas las locuras que le propone su hermana, la tía Silvia, una mujer con un ego grandísimo, con una autoestima muy alta y que no deja de quitarse años. Su hermana Regina, la buena de la familia, la dócil, la perfecta. Sasa, la canguro de la hija de Maica, una lesbiana muy inestable sentimentalmente y algo alocada. Concha, la secretaria del bufet de abogados. Virgin, su profesora de danza del vientre. Todas ellas son sus chicas, las que ayudarán a Maica a superar la crisis de los 50 y, especialmente, el momento por el que atraviesa su desastrosa vida. Chin-Zsé se ha marchado un mes a Inglaterra, donde además de practicar inglés conocerá a Joan, un joven barcelonés, y coqueteará con el sexo, los tatuajes y los piercings. Por si fuera poco, su padre, un manirroto, un empresario desastroso que llevó a la ruina a su madre y a toda la familia, va a volver a casarse. Para superar todo esto, Maica, siguiendo los consejos de Concha, se marcha a un pueblecito francés con su madre, Rossi, su perra Duna y Nene, el perro de su madre. Allí conoce a Jean-Claude, un médico rural de origen español que pondrá su vida todavía más patas arriba. Entre consejos, confidencias, sofocos, vértigos, amagos de infarto, sorpresas, disgustos y, por encima de todo, risas, carcajadas y humor, mucho sentido del humor, Maica se dará cuenta de que el problema no es el paso del tiempo, cumplir 50 años o los estragos que la menopausia está provocando en su cuerpo. Porque lo que realmente le angustia, lo que le hace sentirse insegura, vulnerable y crítica consigo misma es la falta de amor y de estabilidad y, qué narices, también la falta de sexo. Una de las cosas que más me ha gustado de esta novela es lo actual que es, ya que Maica y sus amigas se comunican no solo por teléfono, sino también mediante emails, sms e incluso WhatsApp. Todo esto hace que resulte muy fácil meterse en la historia y sentirse identificada con sus protagonistas, mujeres de varias generaciones que, por más que se empeñen, no son tan distintas unas de otras, ya que tienen muchas cosas en común. En definitiva, una historia actual, fresca, divertida, ágil, ligera, entretenida y amena que nos enseña a no ser tan duras con nosotras mismas, a reirnos más de nosotras, del mundo en general, de los hombres, de esos problemas que pensamos que son tan grandes, tan graves, tan importantes y que, sin embargo, si se observan con distancia, con perspectiva y sobre todo con humor, no son tan complicados como creíamos a simple vista. Una historia de mujeres para mujeres. Una historia en la que no importa la edad, ni de las protagonistas ni de las las lectoras. Porque para qué negarlo, todas sabemos que nunca volveremos a ser las mismas... pero ni falta que nos hace.