Sus dibujos, realizados con una técnica muy sencilla, ya que gran parte de sus obras las hace con bolígrafos Bic, resultan de un lirismo entre onírico y desconcertante, a menudo agridulce. Coleccionista de objetos absurdos a los que otorga de vida propia, consigue transportar a través de ellos al espectador a un mundo imaginario y muy original. Pequeños retazos de sus recuerdos, de su vida o simples artefactos localizados a la manera de “Objet trouvé”, conforman una suerte de diario personal por donde transita toda su obra. Texturas, cosidos, tintas planas, dibujo, acuarela, ilustración vectorial, forma y color, constituyen un proyecto que ella misma define como una “hibridación entre lo hecho a mano y lo tradicional con lo novedoso.
Walden Contemporary muestra una cuidada selección de sus obras entre las que encontramos las diferentes series: “Necromantia”, “Piedra, papel, tijeras”, “About mutants who collect things”. Personajes inquietantes, tijeras, cantos rodados, junto a un variado repertorio de artefactos, inventarios, objetos cotidianos o más bien imágenes que parecen rescatadas de un catálogo de ventas, y que describen un ideario que transita entre la realidad y la ficción. Sin embargo, pese a su aparente dureza, la obra de Nuria Riaza no está exenta de ironía, y de humor; criticando y divirtiéndose con la propia obsesión de coleccionar, consumir y acumular recuerdos a través de los objetos.
Con motivo de la muestra, Walden Contemporary, ha editado una de sus piezas en serigrafía. Un conjunto de gatos que remite a otra de las obsesiones de la artista, y común en las redes sociales. La muestra que podrá visitarse hasta finales de Julio, acerca al público otra de las líneas de trabajo de la galería, la ilustración, y como esta disciplina está influyendo en los nuevos lenguajes dentro del panorama artístico.