El Himno internacional de Nutopía son ocho segundos de silencio, aprovecha para respirar profundamente para relajarte, para conseguir un poco de aire fresco, para acordarte de esos seres queridos que ya no están con nosotros, aprovecha para huir de los monos triunfadores, de su ataque de mentiras y realidades entremezcladas. Una vez allí me levanto del suelo y miro todo a mi alrededor, es todo tan hermoso, veo los cielos cubiertos de azul, no de nubes, un azul claro, vivo, azul de cielo, nada más, adornado con los pájaros de muchas especies, conocidas y desconocidas a modo de collage, o de un cuadro del genial Picasso o de Dalí, algo abstracto y hermoso a la vez.
Las flores que veo alrededor son preciosas, de todos los colores, azules, blancas, violetas, amarillas, de todas las clases, de campana, de pétalos juntos, de pétalos separados, florecidas, sin florecer, con los pétalos en forma de aguja, en forma ovalada, en forma redondeada, en forma de rombo, de unúnico color, de varios, reconocidas, sin conocer, aquí no hay diferencias, puede venir todo el mundo a cambiar o para no perderse. Todos tienen su flor dentro del inmenso jardín de su inagotable imaginación, de su inagotable alma, dentro de su consciente o inconsciente. Y una bandera blanca.
Dentro de nosotros mismos empieza Nutopía. Después el horizonte se expande. Yo veo una flor que me llama mucho la atención, me acerco a ella, quizá sea la mía, debo encontrarla pronto, no hay tiempo que perder, la necesito ahora mismo para embriagarme de su perfume, de su aroma, de su color pintar mi alma, de mi luz pintar todo esto para que mi huella quede dentro del jardín, para ser inmortal en Nutopía. La contemplo desde arriba, me agacho para verla mejor, me pongo de rodillas y huelo su perfume, es suave, delicado, es un perfume afrutado, pero muy hermoso, aromado entre rosa y jazmín, entre pasión, calor, paz, tranquilidad y esperanza.
Me quedo anestesiado con ese perfume bálsamo de mi conciencia, gracias a mi Estrella que me ha guiado por todo este camino, ahora me toca a mí salvar al mundo, tengo una escalera al cielo, al territorio del maestro que me dará toda la sabiduría para ser nutópico, para ser yo, para ser libre, necesito seguir andando, pero prefiero volar.