Por Claudia Duran *
El sobrepeso y la obesidad son enfermedades que preocupan a las instituciones de salud de todo el mundo. Diversas investigaciones se están llevando a cabo para encontrar sus mecanismos y la forma de combatirlas, ya que en todos los casos no basta con una dieta y ejercicios.
Ante ello, surge una nueva teoría que indica que hay un componente emocional detrás del sobrepeso y los trastornos alimentarios y que por tanto, algunas personas no pueden adelgazar con sólo contar sus calorías y ponerse a hacer ejercicio.
El sobrepeso emocional, habla de los sentimientos que se esconden detrás de una persona que come demasiado. Dolor, rencor, ansiedad, miedo y otras emociones pueden taparse fácilmente a través de la comida, al fin ésta ofrece un placer al ser humano.
Es importante aprender a descifrar los mensajes que transmite el peso de más y trabajar para obtener herramientas eficaces y creativas para darles respuesta, desde construir una nueva imagen mental de uno mismo hasta reeducar la conducta alimentaria o buscar fuentes alternativas de placer. Es necesario comprender que el sobre peso también es obra de la mente y una buena higiene mental ayuda a bajar de peso.
Las emociones influyen en la elección de los alimentos, en la forma de comer e incluso en el lugar del cuerpo donde se almacenan las grasas. Pero los alimentos que escogemos también influyen en nuestras emociones.
En realidad, el “sobrepeso emocional” no es más que una etiqueta que engloba todo un repertorio de síntomas relacionados con la comida. ¿Qué revela el ansia repentina de comer chocolate o la costumbre de comer mientras se ve la televisión? La propuesta es un viaje “nutritivo” a través de las emociones para ver qué sentimiento está detrás de lo que comemos y de esta forma poner remedio a lo que hace que se coma compulsivamente.