O. m. d.

Publicado el 31 marzo 2016 por Perendengon

Hola Graminoleños.

Mi querídisimo amigo Salva ha pasado unos días dificilillos y como sé que el mundo de la New Wave, los Nuevos Románticos y el Tecno de los 80 le gusta bastante, hoy le dedico “La Graminola” a él, de la mano de uno de los grupos emblemáticos de este estilo: Orchestral Manoeuvres In The Dark, también conocidos como OMD.

La década de los 80 fue, sin duda alguna, la época dorada para el tecnopop, una música en la que dominaban los teclados y los sintetizadores por encima de todo. Los ingleses Andy McCluskey y Paul Humphreys, que se conocían desde el colegio, eran amantes de este estilo y decidieron formar su propio grupo. Inicialmente adoptaron el nombre de Manoeuvres Orchestral In The Dark, pero posteriormente colocaría el “Orchestral” por delante, pero casi todos el mundo los conoce por su abreviatura, OMD.

OMD son ellos dos, aunque siempre han contado con músicos de estudio que les ayudaban a publicar sus discos y les acompañaban en sus actuaciones en directo. El año 1979 se produciría su irrupción en el panorama musical, con la publicación de un sencillo, a manera de presentación, del que iba a depender su futuro. Dieron en la diana, su primer single, su primer éxito sería “Electricity”.

La música de OMD llamaría la atención de inmediato de las casas discográficas y del público en general. Hasta ese momento, el sonido de los sintetizadores siempre había sido utilizado como acompañamiento del sonido predominante de las guitarras, pero el tecno le daba la vuelta a la situación y en eso OMD eran unos maestros. El sonido de los teclados lo envolvía todo y la guitarra o el bajo ocupaban un segundo plano, o incluso ni aparecían en las canciones. Estábamos ante una de las revoluciones musicales de los años 80, con la aparición de grupos como Ultravox, The Human League, Depeche Mode, East 17, Classics Nouveaux y otros muchos.

Tras el éxito de “Electricity”, llegaría la publicación de su primer disco en 1980, que no podía titularse de otra manera más que “Orchestral Manoeuvres In The Dark”, el cual incluiría este tema y en el que destacaría también la canción “Messages”. Su carta de presentación les pondría en circulación como aperitivo a lo que estaba por llegar.

El trabajo de acercamiento al público estaba ya hecho, ahora solamente faltaba rematar la faena y lo harían tan sólo un año después con la publicación de su segundo disco, titulado “Organisation”, el cual contenía un auténtico pelotazo que se convertiría en su primer número uno y, posiblemente, su canción más emblemática.

El tema en cuestión estaba dedicado al avión que lanzaría la primera bomba atómica en la Segunda Guerra Mundial sobre Hiroshima. Su título “Enola Gay”. La canción es una manifestación absoluta de lo que era el tecno de aquella época, con un principio inconfundible con el sonido dulce de la batería electrónica para dar paso a una inolvidable melodía con los teclados.

Ciertamente “Enola Gay” eclipsaría aboslutamente al resto de las canciones del disco, pero éste tenía otros temas igualmente destacables, como por ejemplo “Promise”.

Para aquél entonces OMD se había convertido ya en un referente de la New Wave, y su éxito era cada vez mayor. En el año 1982 llegaría su consagración con la publicación de su tercer disco, a mi manera de entender su mejor trabajo, el mítico “Architecture & Morality”. Un disco que no tiene desperdicio y que viene lleno de grandísimas canciones.

He de reconocer que siente auténtica pasión por este disco. Lo tengo en formato vinilo y recuerdo que cuando lo compré rara era la tarde en la que no lo ponía en el tocadiscos y me tumbaba en mi habitación relajadamente para sumergirme en el sonido envolvente de OMD, como sucedía con la canción que abre el disco: “She’s Leaving”.

El disco está realizado de manera conceptual, como un todo en uno y con una continuidad en la narración musical, lo que le hace todavía más “mágico”. Como ya digo está plagado de grandes canciones, como por ejemplo la que se publicaría como primer single, otra de las emblemáticas de OMD: “Souvenir”.

Hay otro tema de este disco que puede considerarse como las señas de identidad de OMD al igual que “Enola Gay”. Una canción que fue dividida finalmente en dos partes para que pudiese ser publicada como dos singles diferentes. Una canción dedicada a la heroína francesa Juana de Arco.

La primera canción, titulada “Joan Of Arc”, sin más, puede considerarse como la introducción de esta “minisinfonía tecno” y es la menos conocida de las dos. Aún así, con los susurros femeninos que se escuchan de fondo durante prácticamente toda la canción, le dan un ambiente mágico.

Pero sin duda alguna, la más conocida, la más popular, la que se convirtió también en un número uno es la segunda parte, titulada “Joan Of Arca (Maid Of Orleans)”, para diferenciarla de la primera. El inicio con ruidos inquietantes que dan paso a la batería electrónica como anticipo a una melodía inconfundible de teclados va envolviéndolo todo, continuando con la parte central vocal y el final apoteósico con la batería a pleno rendimiento. Todo un clásico, todo un regalo.

Si por mí fuera os pondría aquí los videoclips de todas las canciones del disco, pero no hay que abusar. Solamente una más, una canción que no fue publicada como single, que aparece muy al final, que es una más pero que a mí me encanta. Su título: “Georgia”.

Tras este gran éxito, en el año 1983, llegaría el siguiente trabajo de OMD, un disco mucho más experimental y en el que se utilizaron continuamente sonidos de máquinas de escribir, de bocinas o de maquinaria industrial, así como muchas grabaciones de locuciones radiofónicas, muy en la línea de lo que hacían los míticos Kraftwerk.

El título de este disco es “Dazzle Ships” y el primer single que se publicaría da muestras evidentes de ese sonido más experimental. Esto es “Genetic Engineering”.

A diferencia de “Arquitecture & Morality”, que tenía un sonido más melódico, pausado y tranquilo en la mayoría de las canciones que lo componían, “Dazzle Ships” incluía un sonidó más animoso y rítimico con más canciones compuestas para bailar.

Eso sucedía, por ejemplo, en el tema más conocido y que más alto llegó en las listas, “Telegraph”, ya sabéis ese que dice “I’ve got a telegraph, in my hand …”

Eso sí, alguna de las canciones de este disco podría haber sido incluído en “Architecture & Morality” ya que se asemejaba bastante a las canciones más tranquilas que lo componían. Es lo que sucede con una de mis preferidas, “International”.

En el año 1984 llegaría un nuevo trabajo de OMD, titulado “Junk Culture”, el cual puede considerarse como el disco más alejado del sonido habitual, el disco menos tecno de su carrera. No es que abandonaran totalmente sus señas de identidad ni dejaran de lado los sintetizadores, pero si es cierto que incluyeron en las canciones que lo componen instrumentos que hasta ahora no habían utilizado como es el caso de los de viento.

Este pequeño cambio puede observarse claramente en el primer single que se publicó de este disco, una canción que llegaría bastante arriba en las listas europeas y que, de alguna manera, sorprendió a su público habitual. Estoy hablando de “Locomotion”.

El disco tuvo relativo éxito en gran parte a las novedades introducidas, pero sus seguidores habituales empezaron sospechar que OMD podía estar empezando a perder sus señas de identidad. El segundo single publicado de este disco se acerca algo más al sonido habitual del grupo. Su título “Talking Loud And Clear”.

Ahora bien, que nadie se piense que habían abandonado totalmente su amor por los teclados. También hay temas que son puramente OMD en “Junk Culture”, como es el caso de otro de sus singles publicados: “Never Turn Away”, en el que recuperan esa parte central en el que los sintetizadores lo inundan todo.

Lo cierto es que en los siguientes trabajos de OMD iba a producirse otro cambio bastante significativo que consistión en acercarse a un sonido algo más disco. Sin alejarse del todo de su estilo habitual empezarían a darle un aire muy marcado a su música para hacerla más bailable. Entre las canciones de “Junk Culture”, había una canción que puede considerarse un anticipo de lo que estaba por venir. Se trata de “Tesla Girls” y tiene un comienzo claramente discotequero.

Como ya digo, el siguiente disco tendría un aire que se acercaría algo a la música disco. Llegaría en el año 1985 y su título sería “Crush”. Alcanzaría bastante menos éxito que sus anteriores trabajos y este pequeño viaje discotequero no contentó a todo el mundo, incluyendo a Paul Humphreys que años después manifestaría que es un disco que no le contentó demasiado.

Curiosamente, la canción que se escogió para ser publicada como primer single de este disco es un tema al más puro estilo de OMD de los comienzos, un tema totalmente tecno titulado “So In Love”.

De cualquier forma esta canción era la excepción que confirmaba la regla, porque ese viaje hacia temas más bailables era evidente en el resto de los temas que componían el disco. La mejor muestra es el que sería publicado como segundo single, una canción con cierto aire funk titulado “Secret”.

A partir de este momento los rumores de discrepancias entre Andy y Paul empiezan a aparecer. Si bien es cierto que cada uno tenía su opinión sobre el rumbo a seguir, su relación seguía siendo excelente, ya que ante todo eran amigos desde la niñez, por lo que en caso de producirse la fractura, ésta no sería demasiado traumática.

Para acallar estos rumores llegaría en el año 1986 un nuevo disco, de título “The Pacific Age”, que supondría una pequeña marcha atras en la evolución mostrada en su sonido en los dos últimos discos, intentando regresar a sus raíces. Lo cierto es que el disco no tuvo el éxito esperado y la tendencia era evidentemente a la baja. Cada nuevo trabajo de OMD tenía menor repercusión que el anterior.

La canción más representativa de este disco es “Forever Live And Die” y en ella puede apreciarse que todo gira en torno al sonido de los sintetizadores, algo que hacía tiempo no sucedía.

Como hemos podido comprobar en las distinatas entradas de “La Graminola” publicadas hasta el momento, es muy habitual que todo artista que se precie tenga en algún momento de su carrera alguna incursión en el mundo del cine. OMD no iba a saltarse esa regla no escrita.

En el año 1987 se estrenaría la película “Pretty In Pink”, que en España llevaría el título de “La Chica de Rosa”, corriendo el tema central de su banda sonora a cargo de los mágicos sintetizadores de OMD con la canción “If You Leave”.

Sería entonces cuando se produciría la ruptura entre Andy McCluskey y Paul Humpreys, cuando éste último decidió dejarlo viendo que las cosas no funcionaban como antes. Los dos amigos dejaban de viajar juntos en el mundo de la música, pero la separación se realizó, como no podía ser de otra manera, amistosamente, ya que Paul no puso ningún obstáculo a que Andy siguiera utilizando el nombre de OMD en los discos que fuera publicando de ahora en adelante. Y así sería.

Andy decidió tomarse un pequeño respiro antes de seguir adelante y tendrían que pasar más de cuatro años antes de volver a tener noticias de su nuevo proyecto, ahora en solitario, al frente de OMD. Los tiempos dorados del tecnopop habían pasado y había que recapacitar mucho sobre que rumbo tomar. En 1991 saldríamos de dudas con la publicación del primer disco firmado por OMD pero sin la intervención de Paul Humphreys: “Sugar Tax”.

Curiosamente, Andy regresó con este trabajo al sonido clásico de OMD, recordando el estilo de sus primeros tiempos. Además, este disco está considerado por los entendidos como el de más calidad de su carrera. Este retorno al tecno más puro se puede apreciar en la canción estrella de este trabajo, “Sailing On The Seven Seas”, con el inconfundible sonido de la batería eléctrica llenándolo todo.

El retorno al sonido de siempre provocó que, sobre todo en el Reino Unido, OMD volviese a entrar en los puestos de privilegio de las listas de venta, aunque con la cortapisa de que el tecno ya no era un estilo mayoritario en la recién estrenada década de los 90. Pese a ello nos seguían dejando temas como este “Pandora´s Box”.

Dos años después llegaría el siguiente trabajo de OMD, segundo en la etapa de Andy en solitario al frente. Un disco que llevaría el título de “Liberator” y que vendría acompañado de una pequeña polémica en lo concerniente al single “Dream Of Me”, por unos temas de derecho de autor. Os lo cuento.

Originalmente, la canción llevaba en su principio un sampler del tema de Barry White “Love’s Theme”, algo que a la casa discográfica del cantante no le hizo demasiada gracia. Hubo demanda de por medio y aunque Andy intentó solucionarlo amistosamente abonando la cantidad que correspondiera, el tema acabó en juicio y a la correspondiente cantidad económica que hubo que desembolsar se añadiría el cambio del nombre a la canción que pasó a denominarse “Dream Of Me (Based of Love Theme)”.

No se sabe bien si por este pequeño conflicto o por la calidad en sí del disco, lo cierto es que no tuvo demasiada promoción y su éxito fue mínimo. Algo que cambiaría radicalmente en el siguiente trabajo que llegaría tres años después, en 1996.

En ese año llegaría “Universal”, el disco que significaría el retorno absoluto de OMD a los primeros puestos de las listas británica. Con unas ventas más que aceptables y muy superiores a las de sus dos últimos trabajos, el single “Walking On The MIlky Way” se colocaría entre las 20 mejores canciones de ese año en las islas británicas. Todo parecía indicar a que OMD estaban de vuelta.

Sin embargo, cuando parecía que el futuro de OMD estaba asegurado llegaría la sorpresa. Quizás por echar de menos los tiempos en los que tocaba codo con codo con su amigo Paul, Andy decidió dejarlo. Tras prácticamente dos décadas de regalarnos sus melodías tecno, Orchestral Manoeuvres In The Dark nos decían adiós, aunque luego veríamos que no era así, que solamente era hasta dentro de catorce años.

Y es que a todos los grupos les sucede lo mismo, tarde o temprano les entra la morriña. Andy y Paul no iban a ser la excepción así que después de varios años deshojando la margarita, colaborando juntos y dando algún que otro concierto aislado, en el año 2010 decidieron que OMD debían de volver al panorama musical.

El nuevo trabajo llevaría el título de “History Of Modern” y vendría cargado del sonido de siempre de OMD pero debidamente actualizado, con un tinte más electrónico acorde con el nuevo siglo y los nuevos tiempos que vivimos. Para sus nostálgicos fue una bendición el rememorar ese sonido, como por ejemplo en el tema “Sister Marie Says”.

Como vemos su sonido viene cargado de la potencia de la música electrónica pero con ese tinte añejo del tecno de los años 80, algo que también se aprecia en la canción más exitosa de este disco: “If You Want It”.

Como suele suceder en estos casos de retorno a la primera fila tras muchos años de ausencia, lo que manda es la aceptación que tenga el público del nuevo producto, y en este caso la aceptación fue bastante buena ya que contentaron a sus viejos seguidores de siempre como a los jóvenes amantes de la música electrónica de ahora. Así las cosas no podía suceder otra cosa que la publicación de un nuevo disco siguiendo esta misma línea.

Llegaría en 2013 siendo su título “English Electric”, significando el último trabajo publicado por OMD hasta el momento, aunque al parecer ya están encerrados en el estudio de grabación preparando un nuevo disco.

Esa especie de fusión entre el tecno de los 80 y el del nuevo siglo se puede apreciar perfectamente en uno de los temas destacados de este disco: “Night Cafe”.

Como broche de oro al relato de la carrera de OMD, quiero dejaros con otro de los temas de este último disco hasta ahora que nos retrotrae a muchos años atrás. Ya os contaba que uno de sus temas más emblemáticos es sin lugar a dudas “Joan Of Ar”, pues bien en “English Electric” se incluye una canción dedicada a otra heroína de la historia, Helena de Troya. Sin duda alguna, este “Helen Of Troy” puede considerarse el “Joan Of Arc” del siglo XXI. Escuchadlo y me dáis vuestra opinión.

Lo que está claro es que si hablamos del tecno de los 80 hay que hablar inevitablemente de OMD, uno de los grupos pioneros de este estilo además de uno de los de más calidad. Y lo que les queda todavía por mostrarnos.

Ya no queda más que cerrar la publicación de hoy con el arte de “Esencia de Trementina”. Nuestras chicas, a pesar de los días festivos que tenemos, no paran en su actividad y en esta ocasión nos traen el dibujo de una pareja de época realizado con grafito y lápices de colores acuarelables, unos lápices cuya característica es que puede pasarse un pincel humedecido sobre la zona coloreada y hacer que quede un efecto similar al de una acuarela.

No dejan de enseñarnos cosas y a mí personalmente esta última creación me encanta.

https://esenciadetrementina.wordpress.com/

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Esto es todo por hoy, Graminoleños. Hasta la próxima

JUAN JOSÉ GOMARIZ