La historia de los documentales sobre grupos musicales (o Rockumentaries, como les gusta llamarlos en USA) está plagada de altibajos; este género nos ha dado joyas del calibre de The Last Waltz o fiascos como Cool as Ice.
En esta ocasión, Mat Whitecross no decepciona con Oasis: Supersonic y nos da una mirada objetiva y fresca de la que fue sin duda una de las bandas más influyentes de los noventa. Y es que como anticiparon en la primera canción de su primer álbum de estudio, los hermanos Gallagher son estrellas del rock ( Rock `N´ Roll Star; Definitely Maybe 1994); y no han dejado de comportarse como tal en los últimos veinte años. Para bien y para mal.
Como si se tratase de una película de Martin Scorsese, la historia que se nos presenta, es la del meteórico ascenso de Oasis a la cima (en este caso obviando su posterior decadencia). Crecidos en los suburbios de Manchester, los hermanos Gallagher llegaron a la cumbre del rock en la década de los noventa. " No teníamos nada y lo queríamos todo", en palabras del propio Noel.
En Oasis: Supersonic, el director sabe intercalar con maestría entrevistas y material de archivo del grupo a ritmo de los mejores éxitos de la banda, lo cual dota de un dinamismo a la cinta que agradece especialmente el espectador, ya que si no, los 122 minutos de duración se harían muy largos.
Además, el documental cumple los requisitos que se le presupone, ya que es capaz de mostrarnos de forma divertida y amena la historia del grupo, así como diversas anécdotas, sacando partido a las dos fuertes personalidades de Oasis, al ser ellos los narradores. Noel y Liam, Liam y Noel; los eternos hermanos de Manchester que conquistaron el mundo a base de guitarrazos y chulería, amados u odiados, su legado ya es historia de la música contemporánea.
A raíz de Oasis: Supersonic, los rumores de una reunión se han disparado. ¿Volveremos a ver a los hermanos Gallagher juntos de nuevo algún día? Quién sabe; yo me quedo con las palabras del propio Liam:
"You take care of the music, Ill just be cool as fuck" ("Vosotros ocupaos de la música que yo me dedicaré a molar un huevo").