OBAGI: Cuidado facial deCulto

Por From Madrid With Blush Silvia Cercadillo Muñoz @MadridWithBlush

Nunca he sido una persona que usase tónico a diario, si que era más dada a usar lociones astringentes aka. llenísimas de alcoholes que eliminasen las partículas más mínimas de grasa, por si quedaba alguna después de la limpieza diaria o después de los cuidados faciales extras típicos del fin de semana.  Hace como dos meses daba por terminada mi relación con el tónico de caléndula de Kiehls, que si bien no me espantaba por lo que costaba porque siempre he pensado que un producto si es bueno se amortiza, para mi era insufrible.  Insufrible en olor, en color, en textura porque era un líquido totalmente fluido como el agua pero que dejaba una película nada agradable y por si fuera poco la caléndula viene presente en formato físico-corpóreo, vaya que parece repollo flotando.  Aún con todas y con esas si que agradecía el uso del tónico ya que calmaba mi piel que estaba bastante irritada.
Fue entonces cuando gracias a deCulto pude ubicar un tónico y un gel que no sólo calma la piel, sino que la regenera y que estabiliza el pH de la misma. Como os decía vía deCulto os presento la línea Obagi de Nu·Derm y ya que os he hablado de pH, creo que es lógico que os explique, para las que no lo sepan, un poco el porqué es importante y necesario que los productos que nos apliquemos lo respeten.

El ph de la piel es la sustancia que delimita la acidez o suavidad de un elemento, si lo extrapolamos a los productos de higiene o belleza es útil para conocer que productos son los más adecuados o cuales pueden hacernos daño.  Nuestra piel está formada por 3 capas:  epidermis, dermis e hipodermis y es en la epidermis dónde tenemos un capa protectora conocida como "manto ácido" porque tiene exactamente éso, un pH ligeramente ácido.  Su función es proteger la piel al eliminar bacterias antes de que puedan meterse en las capas más profundas y también ayuda a mantener la humedad y a combatir la deshidratación.
Jabones fuertes, muy alcalinos y el exceso de sudoración pueden destruir el manto ácido o alterar el pH, lo que podría ser fatal.
El pH de la piel humana oscila entre 7 al nacer, que es lo que se llama pH neutro, y entre 5.5 y 6 en la edad adulta.  Los cosméticos deben tener por ley un pH no inferior a 3.5, ya que por debajo de esta cifra estarán empezando a dañar a los tejidos cutáneos.  Para los productos de higiene, tales como las sustancias jabonosas, cuanto más cercano sea el pH al de la piel, menos dañinos serán.  Es decir un pH inferior a 6 (ácido) o superior a 8 (alcalino) agreden a los tejidos.

Ambos productos, tanto limpiador como tónico, lo logran eficazmente y es algo no sólo visiblemente sino que se siente en la piel una vez aplicamos los tratamientos posteriores y nuestro maquillaje.  La forma en la que nuestro maquillaje oxidará a lo largo del día está profundamente ligada al pH de la piel, como os explicaba en este post de hace unos meses (aquí).
En cuanto al limpiador Gentle Cleanser viene presentado en un tamaño de 200ml en un frasco bastante aséptico, nada llamativo, que en un principio no haría que nos fijásemos en el.  Supongo que esto viene heredadado de sus creadores ya que Nu·Derm es un rango desarrollado por médicos, todo muy profesional. De textura gel hace que podamos aplicar lo necesario y no más y no desperdiciemos producto y el aclarado con el se vuelve un sueño. El limpiador es transparente, con un ligero tinte limón, muy en la línea de los jabones sanitarios.  Sin perfume, aunque yo que soy de nariz fina y percibo olores a distancia debo decir que si que tiene algo muy agradable, una vez más debo decir que me recuerda a una limpieza muy clínica.  No contiene jabón que es algo que evito constantemente en todos mis limpiadores y fiel a sus pretensiones es calmante y suave. Tanto que ha habido días en los que me he sentido tentada a tan sólo limpiarme el rostro y no aplicar hidratante para ver que resultado tenía al día siguiente. Le doy un notable muy alto.
Pero sigue siendo el Tónico de Obagi el que en este dúo se lleva el sobresaliente y es que no sólo nos va a tonificar la piel.  El propósito de este tónico es absorber la posible suciedad residual que quede aún después de haber limpiado la piel, el aceite y las celulas y dejar caer el equilibrio del pH de nuestra piel a un nivel más ácido, ya que el jabón es muy alcalino.  Al hacerlo el paso siguiente en nuestra rutina, ya sea el siguiente paso de Obagi Nu·Derm o nuestro tratamiento habitual, puede penetrar a un nivel más profundo. Formulado con alumbre, astringente natural contiene también una mezcla de hierbas e ingredientes naturales, que hidrata  la piel.  No reseca la piel y tiene también un aroma muy en la línea médica.  Al depositarlo en el disco de algodón tiene un color azul cielo, muy tenue.  Viene presentado en el mismo formato que la limpiadora y aquí si que agradecería un agujerito más pequeño porque si no llevo cuidado termino con el disco empapado y desperdiciando producto.
Obagi representa un compromiso total con la piel más hermosa y saludable del interior al exterior.

Hasta hace poco todos estos pros, se volvían contras con la dificultad a la hora de acceder a ellos y con los precios tan altísimos que se nos marcaban desde aduanas si intentábamos hacernos con ellos.  Ahora ya no tenemos ningún problema ya que desde la web deCulto los tenemos a toque de clic y en menos de 24 horas en la puerta de casa, lo que viene siendo el Beauty Smart Shopping.
Hasta pronto