Esta ordenanza, sancionada en 1996 durante la administración de otro demócrata, William Clinton, tiene en la prórroga una maniobra devenida ritual, con la cual se trata de hacer creer que la Helms-Burton no existe.
Sin embargo, la disposición mantiene intacto este cerco comercial que han aplicado sucesivos ocupantes de la Oficina Oval ya sean demócratas o republicanos.
El presidente indicó en esta oportunidad, como se hace siempre, que conforme a la legislación estadounidense el plazo de vigencia de esta medida expira el 14 de septiembre, por lo que autorizó la moratoria en virtud "de los intereses nacionales de Estados Unidos".
La Helms Burton, con un carácter marcadamente extraterritorial, permitiría entablar demandas judiciales contra las empresas extranjeras que negocien con supuestas propiedades confiscadas a estadounidenses por el Gobierno cubano después del triunfo de la Revolución, el 1ro. de enero de 1959.
Así que cada vez que el Presidente suspende por seis meses el inicio de los procesos judiciales a tono con lo que establece esa medida, no hace más que confirmar que esta Ley y en particular su tercer capítulo, conservan plena vigencia./Con informe de PL