El presidente Barack Obama y su secretaria de Trabajo, Hilda Solís, presentaron hoy una propuesta para que alrededor de dos millones de trabajadores domésticos cobren el sueldo mínimo y compensaciones por horas extras.
Obama recordó que la normativa que regula esos empleos está anticuada -data de 1974- y que esos empleados son tratados como "nińeras", por lo que ya es hora de que reciban un pago justo por sus servicios, que van desde la asistencia a mayores, enfermos o discapacitados.
"Trabajan duro y respetan las reglas y deberían ver que su trabajo y responsabilidad es recompensada", indicó Obama.
En una conferencia de prensa posterior, Solís indicó que una mejora de las regulaciones para los empleados de asistencia a domicilio tendrá un impacto muy positivo en la vida de la población latina, que supone un 12 % de los cerca de dos millones de estos trabajadores.
La mayoría de los empleados de cuidado a domicilio son mujeres de las minorías afroamericana e hispana y no ven recompensadas las largas horas de trabajo extra, al tiempo que tienen que recurrir a la ayuda social, "algo inaceptable", según Solís.
"Hasta el momento se les había negado una protección justa", ya que no tenían derecho a que se les pagasen horas extras cuando superaban las cuarenta horas semanales de trabajo, algo que resulta común en esos empleos.
Hasta el momento, los trabajos de cuidado en el hogar son contemplados por la ley actual como una labor de "acompańante", por lo que no se someten a las regulaciones de la Ley de Estándares Justos de Trabajo (FLSA, en sus siglas en inglés), que establece provisiones sobre salario mínimo y pago de las horas extra trabajadas.
"Esas personas ahora son profesionales que realizan un trabajo que ha evolucionado y perfeccionado con el tiempo y que exige mucha entrega persona de esos trabajadores", remarcó Solís.
Con la nueva propuesta, que debe someterse a un período de 60 días de comentarios, los trabajadores domésticos contratados por terceras partes pasarán automáticamente a percibir el sueldo mínimo de 7,25 dólares la hora.
Solís, de origen nicaragüense y mexicano, subrayó que el sector del cuidado en el hogar es uno de los pocos que está creciendo en empleo durante la crisis económica y cada vez tiene más importancia por el envejecimiento de la población.
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