Sin embargo, el señor Obama, el supuesto amigo, el "hermano Obama" como bien razonó Fidel Castro, actúa del modo más retrógrado y de cara al pasado, el mismo que invitó a olvidar.
Él, un primer ciberpresidente, el hombre de carne y hueso que pisó tierra cubana, conduciendo un imperio, considera a los cubanos sus enemigos. Olvídese, de que quiere restaurar el sector privado y otras supercherías en materia de derechos humanos.
Con su mano izquierda que aplica su rumbo a la rancia derecha, renovó el pasado 13 de septiembre mediante su firma, la continuidad de la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917, que un siglo después de promulgada, solo la aplican contra Cuba.
No hay confusión posible: Cuba es el enemigo, a quien bloquea, igual que durante la Guerra Fría y ahora también con la guerra No Convencional, argumentando la "seguridad nacional" de Estados Unidos, que se sabe para qué ha servido en decenas de países agredidos.
Cuba es el enemigo porque cualquier victoria de la resistencia de Cuba y su pueblo la asumen como una humillación, además, y es lo que más les preocupa, todas las derrotas que suma Estados Unidos contra la Isla, es el mal ejemplo que deben extirpar, especialmente hacia el entorno latinoamericano y caribeño.
Qué importan las palabras amables si los hechos los desmienten.
Despues de la declaracion de reanudación de las relaciones, en 2015 la firma de la Ley de Comercio con el enemigo, que comenzó a codificar la complicada madeja del bloqueo, le permitiría al presidente Obama aplicar prerrogativas presidenciales, que quitaran peso a ese supuesto embargo, que el mandatario pidió a su Congreso derogar.
Pero no, con la vigente política de la Casa Blanca, entre abril de 2015 y marzo 2016 los daños ocasionados por el bloqueo ascendieron a 4 mil 600 millones de dólares, mientras multas e intimidaciones, se mantuvieron intactas.
Vaya "amigo" o "hermano" que mandó a abrir embajadas en La Habana y Washington, aprueba conversaciones bilaterales y ejecuta tímidas medidas, próximo a su salida del llamado Despacho Oval.
Mientras la Isla continúa bloqueada por Estados Unidos, ocupa parte del territorio cubano en Guantánamo con una Base Militar y una vergonzosa prisión donde se violan todos los derechos humanos. Además de mantener las transmisiones radiotelevisivas y una guerra mediática de proporciones incalculables.
Ante tal realidad el discurso del presidente de Estados Unidos a los cubanos el 22 de marzo de 2016 en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, cada vez resulta más hipócrita y sibilino para proponer un viaje al pasado, que los cubanos conducidos por Fidel Castro enterraron en 1959.
Quién puede dudar de que Cuba es enemigo para Obama y Estados Unidos, aunque la Asamblea General de las Naciones Unidas, confirme año tras año que solo ellos e Israel, están satisfechos de sostener el bloqueo contra la Isla, que viola los derechos humanos de todo un pueblo.