20/03/2011 8:12:54
Durante su visita al país sudamericano, el presidente de EE.UU, Barack Obama, afirmó que apoya «con entusiasmo» el crecimiento económico de Brasil, pero no se pronunció sobre las aspiraciones de este país a ocupar un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
En la primera jornada de una gira por América Latina de la que Brasil es la primera etapa, Obama se reunió hoy durante más de una hora en Brasilia con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, con la que abordó asuntos como Libia, la cooperación energética o los lazos económicos y comerciales entre los dos países.
Los acontecimientos en Libia se han convertido en protagonistas durante esta visita, después de que las grandes potencias comenzaran los ataques en Libia para imponer una zona de exclusión aérea con el fin de proteger a los civiles de la ofensiva del régimen de Muamar el Gadafi.
Pero también tuvo amplias palabras para el crecimiento brasileño. Así, señaló que Brasil es un país «líder global y regional» y un ejemplo para el mundo, con el que EE.UU mantiene importantes lazos diplomáticos, económicos y culturales.
Obama mencionó en particular la colaboración para la construcción de infraestructuras, en particular las previstas para la celebración del Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, asunto que también fue objeto de un acuerdo firmado hoy.
Pero también se refirió a las reservas de petróleo de Brasil, que podrían comenzar a explotarse en el plazo de cinco años y en las que se calculan que existen reservas cercanas a los 80 mil millones de barriles.
Obama no hizo mención de la gran aspiración con la que Brasil llegaba a la reunión: el respaldo de EE.UU. a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU para este país. Tampoco aludió a un recorte las tarifas que Estados Unidos impone al etanol y otros productos brasileños, otra reivindicación del país suramericano.
En este sentido, Rousseff afirmó: «buscamos relaciones económicas más justas y equilibradas; es fundamental que se derriben barreras levantadas a nuestros productos, al etanol, la carne bovina, algodón, jugo de naranja, acero, entre otros».
Rousseff dijo que entiende que EE.UU. haya tenido que tomar medidas duras para recuperar la senda del crecimiento económico después de la crisis mundial, pero subrayó que algunas de ellas «desgastan buenas prácticas económicas y empujan países para acciones proteccionistas».
Según dijo, la insistencia de Brasil en la ampliación del Consejo de Seguridad de la ONU no es por afán «burocrático» sino por «la certeza de que un mundo más multilateral producirá beneficios para la paz y la armonía entre los pueblos».
(Fuente: EFE)