Un paisaje «estremecedor». Así definía ayer, para ABC, la vista del poblado marginal de Valdemingómez, a su paso por la Cañada Real, la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes. El recorrido lo hizo en el «Cóndor», el helicóptero de la Policía Nacional, acompañada del jefe superior de Madrid, Alfonso María Fernández, y el comisario de Villa de Vallecas, Porfirio Jiménez. La política madrileña confesaba que desde el aire «se veían auténticos búnkeres de la droga y corralas inaccesibles». «La sensación de que es un problema que hay que solucionar la tenía desde antes, pero desde el cielo obtienes una dimensión real del problema —añadió—. La zona más castigada por la delincuencia está muy focalizada, en Valdemingómez, y se ve la diferencia con otras áreas, como la de Coslada, con una problemática más centrada en el urbanismo».
Esta «realidad tan compleja» pasa por una actuación multidisciplinar. Pero a nadie se le escapa que la policial, sobre todo en los 13 kilómetros de Cañada en el municipio de Madrid, debe seguir siendo constante. Los datos que manejan las fuentes expertas que se mueven cada día por el inmenso poblado lo corroboran.
Existen entre 50 y 55 puntos de venta, entre búnkeres y corralas, controlados por una veintena de clanes, la mayoría familiares y perfectamente estructurados. Eso sí, muchos tienen lazos entre sí, tanto sanguíneos como de «negocios». Son los «Brunos» (quienes actualmente tienen más poder entre ellos), los «Gordos», los «Emilios», los «Melli», los «Fernández», los «Fene»... En total, existen unos 300 vendedores que trabajan en este suculento y delictivo «entramado empresarial».
El modelo de la Celsa
El «Cóndor» estuvo hora y media en el aire y ofreció una panorámica inigualable de partes del recorrido como la zona de la Iglesia, donde se amontonan los toxicómanos, o el Meta-Bus de la Comunidad de Madrid, que despacha metadona a estas personas.
La delegada del Gobierno fue tomando fotos con su teléfono, que colgó en su cuenta de Twitter, asombrada por una realidad inapelable.
«A la vuelta, hemos pasado por Las Barranquillas, que ya están desmanteladas, y la Celsa, donde se levanta en la actualidad un magnífico centro educativo, que muestra cómo es posible acabar con ese tipo de infraviviendas», dice Cifuentes.
Pero mientras la solución llega —todo apunta a que será una realidad a medio plazo—, «hay que continuar trabajando policialmente». La comisaría de Villa de Vallecas y la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid ofrecen como ejemplos sus datos de los últimos 15 meses. Son muy esclarecedores de lo que se cuece en la Cañada Real y toda su área de influencia, incluido el poblado rumano de El Gallinero.
1.318 detenidos en 15 meses
Entre 2011 y lo que llevamos de 2012, el Cuerpo Nacional de Policía ha realizado 120 operaciones de control y vigilancia, que se han saldado con 1.318 detenidos por distintas causas (el conjunto de los habitantes de la vía pecuaria es de 8.628), como tráfico de drogas, robo de cobre, atracos, peleas entre «cunderos», reclamaciones judiciales, lesiones... La Cañada Real da para prácticamente todos los epígrafes del Código Penal.
Las actuaciones contra el tráfico de estupefacientes son constantes. Los clanes de la droga han sufrido casi un golpe policial cada uno, pues el saldo total de actuaciones asciende a 23. Los expertos policiales han desmantelado siete búnkeres, verdaderos fortines donde hay que entrar a golpe de ariete. Con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, estas fortificaciones han caído bajo la acción de la piqueta.
A los 103 detenidos por traficar con drogas se les ha incautado 2,5 toneladas de heroína; 2,1 de cocaína; 8,2 de hachís; 900 kilos de marihuana, además de 39.811 euros en metálico, 28 vehículos y 7 pistolas.
En cuanto a las actuaciones contra el robo de cobre, se han recuperado 40 toneladas, de las que se habían apoderado 64 ciudadanos rumanos, la mayoría en la zona de El Gallinero.
Ahora, coinciden políticos y policías, sólo cabe seguir trabajando en ese sentido, hasta que la Cañada Real se convierta en un mal sueño pasado.
El Narcotráfico muestra un nuevo rostro
Chile cierra Fronteras al Narcotráfico en el 2012?