Objetivos con éxito asegurado
Con frecuencia hablamos de los beneficios que nos aporta tener un objetivo: por una parte nos da claridad sobre la dirección hacia donde dirigir nuestras acciones y las vuelve productivas, y por otra, nos sirve como motivación interna para seguir avanzando al pensar en aquello que conseguiremos una vez lo hallamos alcanzado.
Hoy voy a centrar el artículo en el “vacío” que sentimos una vez que conseguimos algunos de nuestros objetivos y cómo elegirlos para que además de ayudarnos a avanzar, nos ayuden también a evolucionar y sentirnos plenos.
Comenzamos con la pregunta:
¿Por qué después de esforzarnos y trabajar duro para conseguir algo, unas horas después de conseguirlo, nos sentimos vacíos y nos preguntamos, y ahora qué?
La razón es: porque nuestro objetivo era “el objetivo”.
Y así, en cada paso del camino, todas y cada una de las acciones que llevábamos a cabo eran con el fin exclusivo de llegar al objetivo. Es decir, que por si mismas no tenían sentido, estaban vacías. Y claro, el resultado de muchas acciones vacías, nos da vacío.
Claro, que también nos da la clave para hacer que el camino hacia conseguir nuestros objetivos sea un camino lleno de sentido, y que al conseguir nuestro objetivo nos sintamos plenos y orgullosos.
La clave está en:
- Por una parte: Dar sentido a cada paso del camino, no sólo al punto de llegada.
De esta manera, incluso si no llegamos a alcanzar el punto final, en el camino ya nos hemos ido llenando: de confianza, de aprendizaje, de constancia, de satisfacción. Ya que cada paso en sí es un avance, y reconocerlo y apreciarlo como tal, es la forma de darle sentido y sentir la evolución.
- Y por otra parte: Escoger objetivos que tengan que ver con nuestro yo interno
Por ejemplo, si mi objetivo es acceder a mi valentía, o ganar en constancia, disciplina, o satisfacción personal, la acción o acciones se vuelven secundarias. Incluso se vuelve secundario el resultado de éstas, ya que lo importante no es el resultado, sino el estado interno que despiertan o que alimentan. Es decir, que no es tan importante el color del que pintamos la pared, sino el hecho de pintarla y lo que esto significa para nosotros.
Pasos para asegurarse el éxito:
- Elige un objetivo que para conseguirlo tengas que activar aquellos recursos, características o habilidades, que quieras despertar dentro de ti.
- Haz de cada paso intermedio un “sub-objetivo” tan importante como el primero y párate a apreciar, celebrar y reconocer cada paso.
- En el momento en el que veas que tus acciones ya no están alineadas con aquello que te hace crecer o sentirte bien, párate y reconsidera la dirección.
Cuando despertamos dentro de nosotros aquello que buscamos fuera, cada momento se convierte en un éxito. Y lo mejor de todo, que sólo depende de nosotros.