El pasado mes de abril hablaba de lo que ya empezaban a apuntar las sentencias respecto de la obligatoriedad de llevar un registro diario de horas de trabajo (digamos más bien presenciales) de cada empleado en la empresa. Esta tendencia, que de momento parece que se «soluciona» con un registro manual que realiza la empresa y le entrega junto con la nómina al trabajador para que lo firme y donde se detallan las horas de presencia en el lugar de trabajo, apunta a que es más que probable que se estudie poner en marcha la obligatoriedad de fichar en el trabajo; un sistema que parece algo más fiable, aunque tampoco tiene ninguna garantía.
¿Puede servir de algo la obligatoriedad de fichar en el trabajo?
Obligatoriedad de fichar en el trabajo. ¿Serviría para algo?
La obligatoriedad de fichar en el trabajo puede verse como algo positivo para aquellos trabajadores que están «obligados» a realizar horas extra sin cobrarlas, o cobrándolas en negro por superar el límite legal que, recordemos, es de solo 80 horas al año. Si un trabajador a tiempo parcial supera esas 80 horas extra, automáticamente pasaría a considerarse a todos los efectos como empleado a jornada completa, lo cual es una aberración por un motivo muy simple:
Pongamos la típica jornada parcial (media jornada) de cuatro horas. Esta persona a la semana hará veinte horas en lugar de las 40 que haría uno a jornada completa. Puntualmente puede tener que hacer algunas horas extra a lo largo del año. Pongamos 81 que son poco más de hora y media extra a la semana. Es decir, que en el cómputo medio esta persona estaría haciendo 21,5 horas semanales (para no complicarlo, he redondeado y no he tenido en cuenta vacaciones u otras circunstancias). Ante una inspección, al haber superado las 80 horas extra anuales, pese a realizar solo 21,5 horas semanales, se la consideraría empleado a tiempo completo. ¿Es correcta esta interpretación? ¿A quién beneficia? ¿Qué se busca con este tipo de normativas? ¿Fomentar el empleo?
La obligatoriedad de fichar en el trabajo también tiene su parte negativa para el trabajador
¿Cuánta gente llega SISTEMÁTICAMENTE tarde al puesto de trabajo pero tiene la costumbre de salir escopetada cuando suena la campana del fin de jornada como si se tratara de la alarma de incendios?
¿Qué pasa con esas salidas del trabajo para pequeñas gestiones que en muchas empresas no se controlan pero que al cabo del año pueden sumar bastantes horas?
Por otra parte, no entiendo que se quiera afinar tanto en algunas horas de más, sin que nadie mencione las pausas del café, o las llamadas telefónicas privadas en horario de trabajo y desde el teléfono de la empresa, o los que van al baño con el móvil y parece que se echan la siesta, o la salida para desayunar que se alarga… ¿Todo eso también habría que ficharlo para hacer un cálculo correcto? Porque al fin y al cabo, al empresario tampoco le sirve demasiado que haya mucha hora presencial si no es productiva.
En cualquier caso, lo que parece bastante claro es que de momento la Seguridad Social empezará a pedir los listados firmados por los trabajadores.
Ramón Cerdá