‘Oblivion’ – amar y recordar en tierra de drones

Publicado el 12 abril 2013 por Cinemalights @CinemaLights


Año 2077. Jack Harper es el único hombre que aún queda en la Tierra. Trabaja como técnico de mantenimiento de unos drones que tienen la misión de extraer recursos vitales del planeta, destruido hace tiempo por una larga guerra nuclear contra una especie alienígena. Ahora Jack está a punto de acabar su misión. Dentro de dos semanas se unirá al resto de supervivientes y juntos crearán una colonia en una de las lunas de Saturno. Sin embargo, Jack continúa sintiéndose atraído por lo que una vez fue la Tierra, su hogar, y la inesperada aparición de una desconocida, con quien Jack parece tener una especial conexión, hará que el protagonista se replantee todo lo que conoce y lo que le han explicado. “¿Es posible añorar un lugar donde nunca se ha estado? ¿Llorar por una época que nunca se ha conocido?” Este es el punto de partida de Oblivion, entretenida cinta de acción futurista dirigida por Joseph Kosinski. Uno de los estrenos más destacados de la semana.

Esto de servicio de mantenimiento no deja de recordar a cierto encantador robot que en 2008 enamoró a público y crítica con su colección de desechos de cultura humana —allí era un sujetador y un cubo rubik, aquí un libro de poesía y una gorra de béisbol—. Tampoco es ir muy mal encaminado. Oblivion bebe de algunas de las más destacadas cintas de ciencia ficción y de fantasía futurista de la historia del cine, entre ellas 2001: una odisea en el espacio, Matrix, Star Wars y el mismo Wall-e. Recuerda a ellas en algunos de sus mejores momentos y escenas —persecuciones con naves espaciales y escenarios desérticos, el jefe de la revolución que, sentado delante del protagonista, le dice que es especial, etc.—. Aún así, la originalidad del relato de Kosinski tampoco se puede pasar por alto, sobre todo en cuanto a la sorprendente recreación técnica y artística del mundo postapocalíptico que él mismo ideó y creó en forma de novela gráfica.
Después del mundo electrónico de TRON: Legacy, Kosinski ha imaginado la Tierra de posguerra como un Nueva York en ruinas e inundado por las dunas. En este escenario, gran parte de la acción transcurre entre las nubes, bajo el impactante efecto de una luna hecha pedazos. Excelente trabajo, en este sentido, el de los responsables de los efectos especiales, así como el del director de fotografía Claudio Miranda. Recientemente oscarizado por la fotografía de La vida de Pi, Miranda ha conseguido un perfecto juego de luces y tonalidades grises para el presente en el que vive Jack y lo ha contrapuesto con el verde intenso del recuerdo de un mundo pasado y esperanzador futuro. La técnica, pues, cumple, y también lo hace la historia. Aunque sea irregular en algunos fragmentos —la introducción acaba haciéndose un tanto larga y el capítulo con Morgan Freeman es demasiado corto—, los descubrimientos se van encadenando uno tras otro, generando un buen ritmo de acción e intriga que, poco a poco, acabará con un relato redondo y altamente disfrutable.

Finalmente, a una película de acción como Oblivion no le podían faltar dos complementos de lujo: la genial banda sonora de M83, mezcla de sonido electrónico y una contundente orquestra —lástima que el sonido a veces se la coma y no permita disfrutarla al 100%—; y la presencia, no vamos a negarlo, de Tom Cruise, que hace tiempo que le cogió el gusto a este tipo de películas donde es actor y especialista al mismo tiempo. Cruise es el protagonista absoluto de la cinta, eso sí, sus acompañantes femeninas, Olga Kurylenko y Andrea Riseborough, no pasan desapercibidas. En conjunto, aun no siendo ninguna obra maestra del género sci-fi, se puede catalogar a Oblivion como un entretenido film de acción con un sorprendente diseño y puesta en escena. ¡Kosinski y Cruise pasan la prueba con nota!
Lo mejor: la recreación de esta Tierra de posguerra y la banda sonora de M83.
Lo peor: tener que escuchar, cada vez que Tom Cruise estrena algo, las mismas críticas de siempre.
Nota: 7
El contenido original de esta entrada pertenece a MySofa. Consúltalo aquí.