El campeón de América y con Neymar como máxima figura era, quizás, el rival más duro que le podía tocar a Vélez en los cuartos de final. Así fue y el Fortín afrontó el partido ante el conjunto brasileño queriendo ser protagonista para ir la semana próxima a Vila Belmiro con un resultado positivo en la espalda. Y con su juego asociado supo neutralizar a las individualidades del Peixe y encima lo ganó con un gol de Mauro Obolo, quien rompió la racha de 1293 minutos sin anotar.
Tuvo aspectos muy parecidos al partido de Boca el que se jugó en el Amalfitani, sobre todo en el primer tiempo. Ahí el local dominó pelota y terreno para convertir al arquero Rafael en uno de los protagonistas de la noche. Dos remates de larga distancia, del Burrito Martínez y Cabral, hicieron esforzar a un 1 brasileño que no tuvo una buena respuesta ante el cabezazo de Obolo en lo que a la postre fue el gol ganador.
¿Y el talentoso Neymar? En el primer tiempo no influyó por la buena marca del juvenil Peruzzi. Pero en el complemento fue un problema sin solución para una defensa que tuvo que recurrir a las patadas -algunas malaleche como la de Cubero- para intentar frenarlo. De los pies del 11 blanco el campeón empezó a carburar pero no creó demasiadas situaciones de gol. Vélez se quedó sin ideas, sin embargo, tuvo dos claras para llevarse un 2-0 que hubiese sido el resultado perfecto para la revancha. Pero no lo encontró y la pregunta del millón es: ¿Le alcanzará o se lamentará ante el poder de gol del Santos como local?