Por Sandrina Gallego El anhelo hecho realidad, el sentido de las cosas, en una atmósfera conteniendo lo profundo. La madera donde el cuerpo y el alma también son unx y es otro lugar donde mostrar la obra, interviene en el movimiento.
La luz dibuja fría en la pared otro parque, por donde también los deseos aparecen en la arquitectura precisamente definida.
Las telas como musas vibran su sentido, tomando identidad cuando todo sucede, el misterio, lo objetivo, y sutil, lo querido.
Un lugar donde volver le da nocion a los días, donde pensar en lo genuido tiene un encuentro existencial y resulta primordial para un propósito feliz.
Siempre ver, estar, participar, para experimentar la melodía de las palabras, el sentido de los cuerpos únicos en virtud de la expresión.
Sandrina Gallego