Obsolescencias

Publicado el 06 octubre 2011 por Carmentxu

Nuestras vibraciones se transmiten a los aparatos eléctricos que nos rodean. Estoy segura porque hace ya bastante que lo compruebo día a día y sucede aquí, delante de mis narices, concretamente a unos 50 ó 60 centímetros. Me sucede con el secador por las mañanas, con el microondas por la noche o con el aspirador cuando me decido a arañar las esquinas del suelo. Pero no me lo esperaba del ordenador porque su nombre indica lo contrario y porque es un iMac. Pero él también protesta decepcionado porque las juventudes appleleras deberían haberle jubilado hace tiempo. Pero esos jóvenes piden demasiado y son caros de convencer para que se pongan manos a la obra en mi mesa de escritorio. Viven en una nube. Además, quien mueve sus hilos, o sea yo, no piensa recapitalizarle ni darle su merecida jubilación, al menos en los próximos años. Para salir de la crisis, ahondamos más en ella y vivimos inmersos en la austeridad para reducir el déficit, por lo que su protesta, en forma de lentitud desesperante, está fundada: sabe que morirá con las botas puestas. Hasta entonces, me temo que continuará su guerra pacífica contra mí: no explota, pero su teclado chirría y se resiste a mis dedos y, esporádicamente, la e inicia una huelga de brazos caídos en solitario a la que pronto secundan otras vocales según va pasando la mañana. Deberá trabajar hasta los 67 años, como mínimo, como su dueña. Cuando los dos seamos viejecitos seguiremos con nuestros achaques, aun en manos de los mercados, reduciendo el déficit con piezas de otra década  y sistemas operativos obsoletos. Europa, es decir, Angela Merkel, recapitalizará nuestros bancos, pero no a nosotros, así que aquí continuaremos, cada día un poco más amarillentos, más lentos, más doloridos por el tecleo del día a día, cada día un poco más cuesta arriba. Pero nuestros bancos…, ellos sí tendrán una salud de hierro. Bastarán unos pocos clientes que se hayan hecho ricos, más, con esta crisis, además de los históricos. Y a recapitalizarse y seguir engullendo de las arcas públicas, que si no sirven para recapitalizar bancos, resulta que son obsoletas.

¿Obsoletos…?:

(Actualizado a las 6:40 a.m.: Anoche me equivoqué. No era protesta lo que quería expresar mi iMac con su paso lento y costoso, era duelo: las vibraciones que le llegaban del padre agonizante. “Tu trabajo va a llenar buena parte de tu vida, y la única manera de estar realmente satisfecho es… amar lo que haces. Tu tiempo es limitado. No lo desperdicies viviendo la vida de otro” -Steve Jobs-. iSad… )