Parece como si existiera un determinismo histórico por el que tras una larga etapa de paz y colaboración entre distintos países y regiones fuera necesario volver a enfrentarlos y, finalmente, llevarlos a repetir sus antiguas guerras.
Ahora, este occidente libre y próspero, heredero de sus tradiciones y de las Luces, hace agua por múltiples brechas y corre peligro de hundirse.
Muchos beneficiarios de su cultura y género de vida están destruyéndolo, pese a que ha ido erradicando el hambre, cura enfermos y va proveyendo de vivienda a muchos que no han aportado nada a la sociedad en la que rechazan integrarse por su género de vida.
Los populismos, los aislacionismos, los extremismos, los nacionalismos y la crisis de los valores de la Ilustración están poniendo en peligro esta gran nave que es el mundo occidental, al que querían imitar hasta casi finales del siglo XX la mayoría de los países dominados por poderosas religiones reaccionarias, la barbarie y el comunismo.
Occidente es una sociedad autodestructiva, plagada de descontentos. Alimentados especialmente por medios de comunicación... PULSE SOBRE EL ENLACE DE ABAJO PARA TERMINAR LA LECTURA Y VER A SALAS...