Ocean Heaven: Una conmovedora película del artista marcial Jet Li, que excluye la acción por primera vez.

Publicado el 08 marzo 2018 por Carlosgu82

El actor y artista marcial Jet Li es conocido y admirado alrededor del mundo, gracias a sus películas tanto de acción como de artes marciales, además de la incomparable habilidad y agilidad que demuestra en cada uno de sus filmes.

Ese talento para las artes marciales es una especie de don nato para el actor, pues desde que tenía sólo 5 años de edad, ya era capaz de dejar boquiabiertos a los espectadores que veían la gracia con que ejecutaba sus movimientos y luchas.

El pequeño Li Lianjie era un humilde niño que llamó la atención de un cineasta chino, quien constantemente le insistía que deseaba que fuera parte de una de sus películas; sin embargo, Jet Li era muy pequeño para actuar, así que con paciencia esperó a que tuviera la edad suficiente y fue así como lo invitó a protagonizar su primer película en el año 1982 en la película “El Templo Shaolin”.

Desde entonces ha cosechado tal éxito a nivel mundial, que lo llevó a protagonizar desde filmes asiáticos muy gustados por el público tanto oriental como occidental, de los cuales se le recuerda más por su personaje de Wong Fei Hung en la serie de películas “Érase una vez en china”, hasta películas norteamericanas bastante aclamadas, como Arma Mortal 4 y La momia III, en cuyos filmes encarnó al protagonista.

Sin duda, su especialidad son los filmes de artes marciales, donde el espectador queda maravillado con la increíble habilidad de Jet Li.

El 99% de sus películas están basadas en acción y lucha; no obstante su talento histriónico quedó en evidencia al protagonizar una conmovedora historia de drama sobre un padre con cáncer en fase terminal, quien vive sólo con su hijo, un joven autista que no puede valerse por sí mismo, a causa de su condición.

El actor dejó a un lado la acción, las balas y las artes marciales, para tocar los corazones del público con su primer y única película —hasta el momento— de corte dramático: Ocean Heaven.

En este filme se cuenta la historia de un hombre común, Sam Wang, interpretado por Jet Li, quien vive únicamente con su hijo, el adorable Dafu, el cual sufre de autismo. Su madre lo abandonó cuando era niño, así que él tuvo que arreglárselas para cuidarlo ´solo.

EL Sam trabaja haciendo el aseo en un acuario, en donde se le ve siempre acompañado de Dafu, ya que no puede dejarlo solo en su casa por obvias razones, por lo tanto, se puede ver a Dafu interactuando con los animales del acuario frecuentemente.

A lo largo de la película podemos ver escenas que ocurren tanto en el acuario como en la casa de Sam. Además, a menudo veremos la participación de la señor Chai, una amable vecina quien tiene un aprecio especial por él. Ella le brinda muchas atenciones, visitándolo frecuentemente, llevándole comida preparada, etc.

Desde el principio de la película comienza el drama, ya que la primera escena es de Sam y Dafu en una lancha en medio del mar. De pronto él y Dafu se echan al agua, pero lo curioso del caso es que lo hacen con sus ropas normales y no un traje de baño, lo que hace pensar que no era para tomar un chapuzón.

Sam pretendía suicidarse con su hijo, cuya razón quedaría clara en escenas posteriores. A lo largo de la película se ve la tierna y estrecha relación de Sam y Dafu, quien lo cuida, lo viste y le prepara la comida con un cariño y dedicación que de verdad conmueven el alma. Siempre se muestra muy paciente ante el escaso entendimiento de Dafu. Siempre debe estar tras él para evitar que se accidente, aunque, a pesar de sus intentos por tenerlo bien vigilado, no se salva de llevarse sustos de vez en cuando.

Posteriormente la señora Chai se entera de que Sam tiene una enfermedad terminal. A partir de ahí Sam se preocupa más que nunca por el porvenir de Dafu cuando muera.

Espectadores sensibles o no tan sensibles no podrán evitar conmoverse al máximo al ver a Sam tratando de enseñarle a Dafu a valerse por sí mismo, tratando de enseñarle a hacerse su propia comida, a tomar el autobús e incluso a hacer cuentas; sin embargo, sus enseñanzas no resultan muy fructíferas al principio, lo que saca de sus casillas a Sam en determinado momento.
También busaca otras alternativas, como buscar algún orfanato donde pueda ser admitido, aunque no tiene éxito. Después lleva a Dafu a un hospital en donde se internaban a los enfermos con problemas psiquiátricos de gravedad; algo que no le convencía para nada a Sam, pero era el único lugar donde admitían a Dafu. Al llegar al lugar para que Dafu sea recibido, Sam se asusta al ver a los pacientes y decide llevarse a Dafu de regreso a casa.

Y después de varios intentos fallidos de establecer a Dafu en algún lugar seguro, finalmente decide seguir viviendo con él lo que le reste de vida, sin más remedio.

Entre esta problemática, también se desarrolla un tierno encuentro de Dafu con una payasita de un circo que llega al acuario. Al parecer Dafu se enamora de ella; sin embargo, un día el circo se va y, por ende, ella también tuvo que partir, dejando a Dafu muy triste y siempre a la espera de su regreso o de una llamada telefónica suya.

Finalmente Sam se pone una concha de tortuga y se mete a una enorme alberca, para hacerle creer a Dafu que será una tortuga, y así cuando muera, el joven se quede con esa idea y piense que las tortugas marinas en realidad son Sam.

Inevitablemente Sam muere. Al final se ve a sus amigos más cercanos en su funeral mientras Dafu saluda al cielo. Después se le ve abrazado de una tortuga marina dentro de la piscina del acuario, lo cual da a entender que Dafu piensa que es su padre.

Como el lector pudo apreciar, se trata de una película muy dulce, tierna, llena de drama y que toca lo más profundo del alma. Es una película que vale la pena ver, ya que no sólo es muy buena, tanto en historia como en actuaciones, sino que retrata una problemática de la vida real de muchas personas. Sin duda una película maravillosa para conocer otra faceta en la trayectoria actoral de Jet Li.