Aunque después de haber leído entre agosto y febrero la trilogía de Cincuenta sombras sentía que me había cansado de este género, que me había saturado y que ya había tenido suficiente durante una larga temporada, cuando vi otra trilogía erótica entre las novedades de la editorial Maeva no pude resistirme y volví a caer en la tentación. Se trata de los libros Ochenta melodías de pasión en amarillo, que se publicó en enero, Ochenta melodías de pasión en azul, publicado en febrero, y Ochenta melodías de pasión en rojo, que se publicará el próximo 10 de abril.
Me compré el primer libro el pasado sábado 16 de marzo, comencé a leerlo el jueves 21 y lo he terminado el domingo 24. Y como gracias a Maeva ya tengo el segundo libro de la trilogía en casa, sé que no voy a tardar nada en devorarlo. Aunque al igual que la trilogía de Grey es una historia fácil de leer, ligera, que entretiene y engancha mucho, a la que no se le puede ni se le debe exigir ni pedir nada más, me ha gustado mucho más por varios motivos que voy a intentar explicaros. La protagonista de esta historia es Summer Zahova, una joven nacida en Nueva Zelanda que, tras vivir en Australia, ahora reside en Londres, donde trabaja como camarera e intenta labrarse una brillante carrera como violinista tocando en el metro. Cuando la conocemos, al comienzo de la novela, tiene una relación con su novio, Darren, que no solo no le satisface sino que le aburre enormemente. Darren es un maniático del orden, demasiado predecible, clásico y rutinario. En todos los aspectos de su vida y, especialmente, en el sexo. Summer en cambio es una chica que tiene muy claro lo que le gusta y lo que quiere. Es moderna, liberal, independiente, no tiene complejos y le encanta masturbarse, ver porno y, por encima de todo, le apasiona tocar el violín. Por eso prefiere la compañía de Charlotte, su amiga que se gana la vida como jugadora online de póker, a la de Darren. Porque con Charlotte puede acudir a fiestas privadas, fetichistas y llenas de gente que, igual que ellas, no ocultan sus deseos, sus pasiones y sus gustos, aunque no coincidan con los de la mayoría. Un día, mientras toca en el metro, unos hooligans le destrozan el violín. Y cuando recibe un mensaje en Facebook de un desconocido que le propone conseguirle otro violín mucho mejor si acepta sus condiciones no duda en quedar con él, aunque no sepa quién es ni cuáles son las condiciones ni las reglas de un juego que no sabe a dónde le llevará. El desconocido es Dominik, un profesor de Literatura de universidad atractivo y enigmático que ha quedado fascinado no solo por el talento de Summer para tocar el violín sino, sobre todo, por su físico y su personalidad. Poco a poco los dos comenzarán una peculiar relación en la que pasarán de quedar en una cafetería a un concierto privado, solos ellos dos, luego a un cuarteto de cuerda... para intimar cada vez más acompañados siempre por la música clásica y el placer. El personaje de Summer me ha gustado mucho más que el de Anastasia Steele. Me ha parecido una joven más real, más cercana, más coherente, más verosímil y creíble y, en definitiva, más humana. Al menos no es tan ingenua, tímida, insegura, débil, vulnerable o inexperta. Porque Summer es todo lo contrario y eso es lo que más me ha gustado de ella. Su frescura, su atrevimiento, su naturalidad, su falta de complejos. Por su parte el personaje de Dominik también me ha gustado más que el de Christian Grey. Porque no es multimillonario, ni celoso, ni posesivo, ni controlador, ni obsesivo. Tanto Summer como Dominik son dos personas adultas, responsables y consecuentes con su forma de entender el sexo, el placer y la pasión. Los dos son libres de acostarse con quien quieran, sin ataduras, sin compromisos, sin convencionalismos. Que a Summer le gusta el exhibicionismo y a Dominik el vouyerismo, ningún problema, mejor para ellos. Que les gusta conocer a gente con sus mismos gustos, sus mismas aficiones y compartir con ellos sus fiestas fetichistas, sus intercambios de pareja, sus orgías, perfecto, porque a ninguno de los dos les importa lo que los demás puedan pensar de ellos. Los dos saben olvidarse del qué dirán los demás y dejarse llevar por sus deseos, por la sensualidad, por la pasión, por el juego de la seducción, en el que es difícil saber quién seduce a quién, quién da las órdenes y quién las obedece. Se trata de una historia estimulante, seductora, atrevida. Realmente es una historia para adultos excitante, muy excitante, que atrapa, engancha y seduce. Porque tanto la trama como los personajes son profundos, complejos, están bien construidos y tienen una clara evolución a lo largo de esta novela que tiene como escenario las ciudades de Londres y de Nueva York. Los capítulos se van alternando, narrados por Summer y por Dominik, lo que nos ayuda a ir poco a poco completando el puzle de esta sensual sinfonía y conociendo cada vez más los pensamientos y sentimientos de los dos personajes que, si bien tienen muy claro lo que quieren, también se verán arrastrados por la tentación. Otro motivo por el que me ha gustado tanto esta novela es el importante papel que juegan los personajes secundarios. Chris, el amigo de Summer, su confidente, el que siempre le comprende y le apoya. Charlotte, su compañera de aventuras sexuales, su ejemplo a seguir. Victor, el amigo de Dominik, con el que puede confesar y compartir sus aficiones más oscuras y secretas. Todos ellos están bien perfilados y conectados entre sí para que ninguno esté de más, ya que todos aportan cosas importantes a la trama, lo que ofrece un conjunto completo, variado y armonioso. Creo que la novela me ha resultado tan adictiva y atractiva porque está escrita por un hombre y una mujer y eso se nota en el estilo. Vina Jackson es el seudónimo de dos autores consolidados en Gran Bretaña que colaboran por primera vez para escribir esta trilogía. Él ha publicado nueve novelas eróticas. Ella, por su parte, es autora de varios libros, trabaja en Londres y es conocida en los clubes fetichistas londinenses. Para terminar solo me queda recomendaros que os dejéis arrastrar por el juego de la seducción y caigáis en la tentación de estas ochenta melodías de pasión en amarillo. Yo mientras voy a volver a viajar a Londres y a Nueva York, pero esta vez envuelta en una pasión azul. Os dejo el booktráiler, espero que os guste. Si te interesa el libro puedes encontrarlo aquí.