Quiero hacer una mención especial, por su valentía, a Borja Cobeaga y a Diego San José, los guionistas de la película. No es muy común encontrarse una película que toque el tema del conflicto vasco desde un punto de vista cómico y seguro que habrá gente que considere que se trata este tema con demasiada frivolidad. Dios me libre a mí de decirle a las víctimas como deben afrontar su dolor, pero a los que, por suerte, no nos ha tocado vivir de cerca esto, creo que nos viene muy bien poder reirnos de todo ello. Mejor el humor que el amarillismo, creo yo.
¿La recomiendo?: sí, sin duda. Cine español, así sí.