Ocho minutos para toda una vida

Publicado el 25 marzo 2015 por Javiersobrevive

Nos estamos acostumbrando demasiado a no valorar el tiempo, a no darle la misma importancia al segundero que al minutero, a no apreciar lo importante que es cada segundo de nuestra vida y nos estamos equivocando. Y siempre tiene que ser algo brusco quien nos demuestre nuestra equivocación, siempre tiene que ser una tragedia, o una desgracia o una simple mala noticia la que nos demuestre que significa cada segundo de nuestra vida.

En un segundo puede llegar la peor noticia del mundo o la mejor, puede llegar aquella noticia que cambie tu vida para bien o para mal. Un segundo es lo que tardas en dar un beso, un abrazo o una caricia a un ser querido. Un segundo es lo que tardas en alegrar o entristecer la vida de los demás con una sola palabra. Un segundo es lo que tarda tu cerebro en considerarte el más desdichado del mundo a considerarte el más feliz. Un segundo es lo que tarda tu vida en cambiar o no, un segundo es el tiempo que transcurre mientras disfrutas de la vida y de la felicidad de estar con los tuyos, también en un segundo puede cambiar tu vida por completo, e incluso perderla.

Del accidente de avión del vuelo de Germanwings no ha trascendido casi nada, salvo alguna historia personal de alguno de los pasajeros que iban en ese avión. Nos hemos enterado que dos bebés no han tenido prácticamente vida para hacer nada malo y han muerto junto a sus madres mientras viajaban con ellas. Nos hemos enterado también que un grupo de adolescentes alemanes no han podido culminar esa experiencia maravillosa que representa el pasar una semana fuera de casa, en el extranjero, para un niño de catorce o quince años. Nos hemos enterado también que uno de los fallecidos no va a poder tener la oportunidad de poder conocer a su cuarto hijo, nos hemos enterado de muchas cosas.

Y todo eso ha transcurrido en un segundo, en este caso en muchos segundos, concrétamente en 480 segundos que es lo que el avión ha tardado en perder altura hasta estrellarse, según las primeras investigaciones. 480 segundos son muchos segundos de sufrimiento, es demasiado tiempo para que tu cerebro vaya asimilando lo cerca que está tu muerte. 480 segundos son una eternidad cuando eres consciente que el final de tu vida se va acercando, tienen que pasar muchas cosas por la cabeza en 480 segundos, muchas imágenes y muchas emociones y, sobre todo, mucho sufrimiento. 480 segundos es demasiado tiempo para estar sufriendo y estoy seguro que ninguna de las personas que iban en ese avión lo merecían.

Cuando lees noticias como estas deseas creer de verdad, deseas que exista esa vida eterna de la que nos hablan muchas de nuestras religiones, si lo piensas debería existir; 480 segundos de sufrimiento antes de morir es demasiado tiempo para que después llegue la nada.

Descansen en paz.