Ocho torneos, ocho campeones distintos ¿alta competitividad o mediocridad?

Publicado el 19 mayo 2010 por Marianofusco

Desde aquel Apertura 2006 a este Clausura 2010. Desde aquel Estudiantes a este Argentinos. Han pasado cuatro años y por consecuencia, ocho torneos, en los cuales los campeones no se repitieron.

En dicho lapso, pudieron festejar “Grandes” y “Chicos”, consagrados e inexpertos. Semejante variedad, superficialmente puede ser catalogada como un paso adelante en nuestro fútbol, en el durante los últimos años ningún campo es inexpugnable, cualquiera le gana a cualquiera y no hay distinción entre poderosos y humildes.

Lo mencionado, sin embargo, puede analizarse desde otra óptica. Aquella que desde hace tiempo marca la irregularidad y la mediocridad futbolística que reina en nuestro ámbito, en el que los proyectos no se piensan a largo plazo (salvo contadas excepciones) y los equipos se desarman cada seis meses. Viéndolo de esta manera, también puede llegar a entenderse tal diversidad.

Salvo excepciones, entre las que podríamos incluir al Estudiantes de Simeone, al San Lorenzo de Ramón y al Lanus de Cabrero, el resto de estos últimos campeones no hicieron del un culto del buen juego.

Aunque por contrapartida, puede decirse que supieron adaptarse a la situación y terminaron marcando diferencias. Algunos de ellos por consistencia, solidez y actitud (Velez y Banfield 09), otros cimentados en muy buenas rachas y en grandes actuaciones individuales (River y Boca 08).

Lo cierto es que ninguno pudo repetir. No obstante, el que estuvo mas cerca de conseguirlo fue Velez, que se consagró a comienzos del 2009 con 40 puntos y culmino el Apertura con 34, en el quinto lugar y a siete unidades de Banfield.

En el otro extremo, quienes peor la pasaron tras haber gritado campeón fueron Lanus (termino decimosexto con 18 unidades) y River, que culmino la peor campaña de su historia en el ultimo lugar.

Sabrá cada amante de este deporte, si lo esbozado en este artículo reaviva el nivel de competitividad en nuestro fútbol o expone la mediocridad de la mayoría. La única certeza la falta de brillantez no desmerece en nada los logros obtenidos por esos pocos clubes que hicieron de la coherencia institucional y deportiva, la base de su éxito.