Cuando parecía que Greg Oden alcanzaba poco a poco el nivel de juego que justificaba su alta elección hace un par de años, la mala suerte se ha aliado de nuevo con él para mantenerlo apartado de las canchas durante el resto de temporada. Diagnóstico: fractura de rótula de la pierna izquierda. Una colisión en el aire con el base de Houston Rockets Aaron Brooks provocó la lesión y la detención del partido durante 7 minutos, tras los cuales Greg fue retirado y ovacionado por el público del Rose Garden. Los gestos de dolor del jugador eran realmente espeluznantes. Si bien no es la primera lesión grave que sufre en su corta carrera - la anterior también le mantuvo alejado toda una temporada - Oden ha manifestado su clara intención de volver a pesar de la decepción sufrida.
Las comparaciones con el ínclito pívot de los 80 Sam Bowie son evidentes, en cuanto a elección elevada en el draft y a problemas de lesiones. Sin embargo, me niego a creer que exista interconexión entre ambas, y que el historial de Bowie en el pasado Blazer haya repercutido negativamente en la formación de un chico tan prometedor como Oden. Creer en dicha interconexión sería plegarse a axiomas tan poco convincentes como insostenibles. Tacharme de empírico si queréis - si es que eso es una descalificación - pero prefiero mantener la postura de la causalidad lógica.
Desde este humilde blog, desearle a Oden una pronta y paciente recuperación; ya tratará el año que viene de demostrar lo que atesora. Bendita juventud.