Odio al portugués / Terrorismo en Murcia

Publicado el 16 enero 2011 por Cronicasbarbaras

La llegada de dos portugueses a España, un futbolista y un entrenador, ha despertado aquí un odio ancestral hacia los triunfadores de su nacionalidad, incluso entre quienes no son aficionados al fútbol.

Sentimiento que merece atención porque muestra dos de las características de los españoles: la envidia y el rechazo hacia quienes tienen por inferiores y que se muestran superiores.

Ambos son números uno en su trabajo, pero allá por donde van los abroncan, les gritan ¡Muérete!, y creen insultarlos llamándoles ¡Portugueses!

Gentes que no pueden admitir que dos señores del país vecino, al que ven como pobre y triste, cinco veces más pequeño que España y con cuatro veces menos población, actúen como espadachines fanfarrones.

Para mayor irritación, fascinan a las españolas, que los consideran guapos, inteligentes y, sobre todo, cosmopolitas: son tipos que hablan varios idiomas y que, sin importar su origen social –uno de clase media, el otro humilde—se sientan sobre la bola del mundo como si les perteneciera.

Son un par de fachendosos, gallos reyes del gallinero, que con su arrojo han hecho fama y fortuna.

Molesta que recuerden la casta de los conquistadores portugueses, los Vasco de Gama o Magallanes, el segundo sirviendo a la corona española, a la que perteneció después Portugal durante sesenta años.

En el fondo, la envidia española hacia estos portugueses es la envidia del propio pasado. De aquellos españoles jactanciosos y fantasiosos que conquistaban el mundo con gestos chulescos, como dolorosamente recuerdan por Centroeuropa a los Tercios de Flandes.

En España ya no queda gente así. Pero se mantiene la envidia hacia ese pasado que revive con estos dos petulantes, pagados de si mismos, ante unos españoles que fueron orgullosos y que hoy se humillan ante cualquiera, menos ante dos portugueses.

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TERRORISMO EN MURCIA

El pasado 26 de diciembre el cronista escribía sobre el clima agresivo que estaba creándose en Murcia contra su gobierno regional por obedecer el decreto del gobierno Zapatero que reduce beneficios a los empleados públicos.

La agresividad sindical, y la violencia de persecución de esta izquierda desorientada y sin perspectivas contra el actual gobierno del PP no se manifestaba igual en las CC.AA. gobernadas por el PSOE, que aplican igual decreto.

Una actitud que permitía prever cualquier acción violenta, aunque no un atentado a la salida de su casa contra la vida del consejero de Cultura, cometido por tres individuos a la salida de su casa.

Doctor y profesor universitario de Historia, Pedro Alberto Cruz de 38 años, fue gravemente herido con puños americanos y tuvo que ser operado de urgencia.

He aquí el verdadero Cazalla o Patxarán Party, atentando contra la vida de una persona. No se trata de un loco solitario, como el de Arizona, sino de tres matones ideologizados, capaces de matar.

El cronista, como cualquier observador de las tendencias sociales, veía venir algo así cuando le recomendaba irónicamente a Mariano Rajoy que abandonara la carrera política porque por la Ley Natural del zapaterismo el PP no tiene derecho a gobernar.

Y si lo intenta, que se atenga a las consecuencias. Murcia es el campo de ensayo del terrorismo de agresión y persecución frente a lo que va a venir.

Recuérdese a Zapatero diciéndole indiscretamente a su protector Gabilondo que le interesaba la tensión.

Como la que organizó con los asaltos al PP tras los atentados del 11M, antes de las elecciones de 2004.

Poniendo cara de bueno e inocente Zapatero resucitó las dos Españas, y una de ellas renace con ganas de revancha, con verdugos y aspirantes a comisarios de chekas.

Esta es la crónica

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SALAS nos habla de los deportistas españoles, a pie y a caballo: